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España España · Tarragona
Voto de Luigi:
8
Drama Verano de 1943. En un lugar de la Francia ocupada, no lejos de la frontera española, vive retirado un viejo y famoso escultor que se siente hastiado de la vida y de la locura de los hombres. Ya nada es capaz de animarle, de servirle de estímulo. Sin embargo, con la llegada de Mercé, una joven española que se ha fugado de un campo de refugiados y que le servirá de musa, renace en él el deseo de volver a trabajar y esculpir su última obra. (FILMAFFINITY) [+]
11 de octubre de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre el artista y el objeto retratado se establece una relación especial. Cuando el artista es un pintor o escultor y el objeto retratado es un ser humano, esta relación es todavía mayor, pues pasan muchas horas durante muchos días juntos y a veces, como ocurre en este film, en situaciones poco comunes, como el de la modelo que posa desnuda, como es el caso de la película de Trueba, pues el cuerpo desnudo de la mujer es para el protagonista del film la prueba suficiente de la existencia de Dios. ¿Quién podría negárselo?

Lo que Trueba nos hace ver con su obra es que esa relación no es ni sexual ni profesional; puede ir más allá y llegar a ser puramente artística, por lo menos en este film. El artista crea el objeto a partir de su modelo; en cierto modo esculpe a su modelo convirtiéndola para siempre en otra cosa, y la modelo se siente creada o si queremos refundada. Después de esta experiencia ya no serán los mismos, ni el creador ni el creado.

La verdad es que Trueba ha conseguido un buen e instructivo film, que nos enseña cosas que no sabíamos, al menos yo. Y lo hace también consiguiendo que ese desnudo casi permanente de Aida Folch nos sea para los que miramos también de alguna forma artístico y no meramente sensual. A esto ayuda una estupenda Aida Folch, poseedora de un cuerpo bello pero no escultural, valga la paradoja y casi la broma. Contribuye a ello también la elección del blanco y negro en la fotografía, que hace que el cuerpo de Aida tenga una relevancia menor que la que tendría en color. Estupendo también Jean Rochefort en una de las que casi seguro será una de sus últimas películas.

Si he dicho que es un film instructivo es porque Fernado Trueba, hermano de escultor, se ha preocupado de enseñarnos todo el proceso creativo: la elección de la modelo, la asunción de esta de su papel, los interminables bocetos en papel buscando la idea, los bocetos de arcilla en miniatura, la realización de la obra en tamaño natural. Lástima que se obvie la transformación de esa obra en mármol, pero al parecer se considera en este caso que no forma parte del proceso creador, cosa cuanto menos discutible. No quiero acabar sin señalar la estupenda ambientación de esa Francia ocupada, en un pueblo casi fronterizo con España que invitaría a su visita, si no fuera porque es el resumen de otros muchos
Luigi
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