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España España · Madrid
Voto de Rolenko:
8
Drama Georges y Anne, dos ancianos de ochenta años, son profesores de música clásica jubilados que viven en París. Su hija, que también se dedica a la música, vive en Londres con su marido. Cuando, un día, Anne sufre un infarto que le paraliza un costado, el amor que ha unido a la pareja durante tantos años se verá puesto a prueba. (FILMAFFINITY)
4 de diciembre de 2012
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El anciano oye un ruido sordo, después un leve gemido, éste se repite… por un momento no reacciona, deja caer el tenedor. SABE que algo ha pasado. Se levanta con dificultad y acude lo más rápido que sus piernas le permiten, intenta no pensar ello, pero su juicio le ignora, nosotros le acompañamos en el trayecto, vivimos esa incertidumbre, ese suspense, esa impotencia de querer evitar lo inevitable, caemos en la red tendida por Haneke, la red tendida por la vida; eres presa de la nostalgia, y sufres ese proceso en el que ves que ya no es él, al menos no es el que era, parece haber perdido la fuerza para hacer las cosas, echas de menos las discusiones por tonterías, las regañinas... no quieres asimilarlo, pero lo sabes, dentro de ti lo sabes aunque no quieras creerlo, el proceso ha sido lento pero ha ido sobre seguro, sientes con aflicción que las leyes de la naturaleza te señalan con el dedo mientras ríen jocosamente. Lo sé, todo tiene un final, pero que para los míos no llegue...

Al final todo se reduce al cuidador y cuidado, todos los demás estorban, sobran. Toda relación social cercana al final se limita a eso. Sólo cuidador y cuidado. Y pobre del que no tenga cuidador, o bien no tenga a quien cuidar; porque habrá desaprovechado la vida.

Hasta ahora creía que morir solo era inevitable, Haneke me hace dudar.

Cuidar, que te cuiden…
Rolenko
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