Haz click aquí para copiar la URL
Polonia Polonia · Suena Wagner y tengo ganas de invadir
Voto de Normelvis Bates:
3
Road to Paris
2001 Estados Unidos
Documental, Intervenciones de: Lance Armstrong
Documental El documental se centra en la preparación de cara al Tour de Francia del equipo norteamericano US Postal, liderado por Lance Armstrong, ganador de las dos últimas ediciones. (FILMAFFINITY)
31 de agosto de 2012
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El 8 de julio de 1998, la policía francesa detenía a Willy Voet, masajista del equipo Festina, en posesión de más de 400 dosis de medicamentos prohibidos. El equipo, en el que figuraban ciclistas como Richard Virenque o Alex Zülle, fue expulsado del Tour. Christophe Bassons, el único corredor de Festina que jamás se había dopado, fue invitado por “Le Parisien” a escribir una columna diaria sobre el Tour de 1999. En uno de sus artículos, Bassons, que corría en La Française des Jeux, expresó, no sin ironía, la conmoción que había causado en el pelotón la milagrosa recuperación de Lance Armstrong tras haber superado su cáncer. A la mañana siguiente, Armstrong se puso a su lado en plena carrera y le preguntó por qué había escrito aquello. “Pienso en la futura generación de corredores”, fue la respuesta de Bassons. “Si es eso lo que crees”, replicó Armstrong, “tal vez deberías dejar este deporte”. Dos años después, Bassons, harto de ser ninguneado por los miembros de un pelotón en el que estaba tácitamente prohibido hablar en público de dopaje, abandonó el ciclismo profesional.

En 2001, Filippo Simeoni, un mediocre corredor italiano, explicó cómo se había sometido a un programa de dopaje planificado por el doctor Michele Ferrari, un reconocido suministrador de sustancias prohibidas, que en alguna ocasión había afirmado que el EPO no era más nocivo que el zumo de naranja. Ferrari era, por aquel entonces, el médico personal de Armstrong, que acusó de mentiroso y traidor a Simeoni. El 24 de julio de 2004, durante la decimoctava etapa del Tour, Simeoni, que ocupaba la posición número 114 en la general, trató de unirse a una escapada. Inmediatamente, Armstrong, que tenía su sexto Tour en el bolsillo, saltó detrás de Simeoni y le obligó a volver al pelotón. Varios compañeros de equipo de Armstrong han explicado que durante años tuvieron órdenes de impedir que Simeoni pudiera ganar etapa alguna. Aquel mismo año, el doctor Ferrari fue condenado por sus prácticas, tras lo cual Armstrong emitió un comunicado rompiendo relaciones con él. El año siguiente, sin embargo, su fundación ingresó medio millón de dólares en la cuenta corriente del médico, y Armstrong ha seguido viéndose con alguien a quien llama un viejo y querido amigo.

Ni esta ni otras muchas historias parecidas se explican en “Road to Paris”; nunca podrían ser contadas en un panfleto destinado a forjar la leyenda del hombre que volvió de la muerte para conquistar siete Tours seguidos, arropado por un puñado de nobles, puros e infatigables guerreros. Pronto, sin embargo, se sabrá la verdad. Cómo el Tour estuvo siete años secuestrado, en manos de un matón que hacía y deshacía a su antojo mientras se pintaba a sí mismo con los colores del mártir. Cómo la omertà se hizo ley en un deporte podrido hasta el tuétano. Cómo los guerreros no eran más que chicos listos que medraron en callejones a la sombra de su patrón, y que ahora, como él, sabrán en qué consiste hacer cola en el supermercado.
Normelvis Bates
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow