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Voto de Nick Churris:
6
Romance. Drama La historia tiene lugar en el siglo XIX y explora las relaciones entre los miembros de la alta sociedad rusa. Ana Karenina, una mujer de la alta sociedad que se enamora del joven y apuesto oficial Vronski, abandona a su esposo y a su hijo para seguir a su amante. Nueva adaptación de la novela de León Tostói. (FILMAFFINITY)
4 de julio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Íbamos a ver Trance y no había entradas en los Cinesa tienen la ocurrencia de recuperar un día pelis atrasadas, y tocaba Anna karenina. Pues la vimos y...
La castiza expresión le va al dedo al autor de la maravillosa (repito maravillosa) Expiación (¡Que escena la de la Playa de Dunkerke con su música elegiaco-religiosa). Su Ana K arenina es un montaje, en todo el sentido de la palabra. Tan hermosamente teatral como falto de dramatismo real. Porque es verdad que hay un fuerte contenido dramático y romántico, pero muy falso, excesivamente relacionado con la puesta en escena. En definitiva una especie de maridaje entre Visconti y Fellini, pasado por Moulin Rouge o cosas así. o sea un caos casi cursi.
Wright ha entendido que la carpintería teatral es un valor en alza a la vista de la pobreza de los guiones. y eso que el de esta peli lo firma Tom Stoppard, toda una garantía.
Wright ha querido hacer una Ópera de la novela de Tolstoi. Don León la escribió como un decidido vehículo del romanticismo al naturalismo ruso y con un transfundo social de crítica a la nobleza rusa y sus costumbres e hipocresías (y cuando la leí me pareció que en el fondo le atizaba a la heroína, a Anna, que luego me tildan de defensor de los estupefacientes).
Que actuales nos puede parecer el salvamento a toda costa de las apariencias y las "buenas costumbres", incluso aunque desemboquen en el sacrificio de una persona. Karenina da un paso valiente hacia la defensa de su amor, desde un desvarío romántico, eso sí, pero todo dentro de un modelo de realismo social. Wright ha hecho de esto una especie de Opera excesiva y lo de la carpintería teatral se lo ha creído de tal forma que las escaleras de madera se comen incluso el dramatismo de esos bailes de salón llevados al paroxismo. Opera decadente, hermosa de una visualidad estimable, pero en la que el director se ha pasado. Se le ha ido la pinza del dramatismo, de la puesta en escena grandilocuente de las coreografías explicadas sin necesidad. Pirotecnia visual. Los actores bastante mal escogidos y peor dirigidos. Engullidos por el torbellino de esteticismo. El conde Vronski realmente parece un Tazzio con bigote al estilo de Don Julio (Romero de Torres), Keira hermosa y con un vestuario "de película" y un joyerío que hará la envidia de estas mujeres pudientes que dudan ante el espejo, el vestido o el tocado.
Y lo malo es que visualmente es hermosa, dramáticamente poderosa, musicalmente definida. Pero su propia pretenciosidad acaba devorándola.
Es verdad que es fiel a la novela. Que cuenta todos los avatares de la esposa de Karenin y el trasfondo histórico de la Rusia Zarista. ¿Por qué será que siempre que hay una novela, una película, un documental sobre la Rusia de los Zares, tienes la sensación de que a Vladimir Illich no le quedó más remedio que hacer la Revolución ?. Pero al final el espinazo de la novela no aparece en la película. Lo sepulta la grandilocuencia. Como las convenciones sociales, familiares, religiosas han sepultado tantas relaciones emotivas que nacieron para vivir ese amor más poderoso que la vida y que acabó en las vías del tren o silenciado entre las paredes de la casa o entre las paredes del cerebro de los familiares. Eso sí con la bendición correspondiente.
Todas las kareninas de este mundo deberían ser el martillo de esa cadena que las mata en vida. Y en la tranquilidad de su descanso veraniego y rural deberían reflexionar sobre que han perdido y que no. Y lo peor: ¿ y si un día se arrepienten?
En definitiva a Wright se le ha ido la pinza en una ocasión en la que podía haber hecho la versión cinematográfica definitiva de la novela de Tolstoi. Pero con todo recomiendo verla. Los fuegos artificiales bien montados siempre gustan. y si ponen a las princesas de fresa ante el espejo..... Más.
NPDDQYDDN
Nick Churris
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