Exceptúando los primeros 15 minutos de metraje donde un sobreactuado Keanu Reeves se esfuerza en parecer un superatento, hipercariñoso y bobalicón padre de familia, la cinta es puro Eli Roth: directa, atrevida, extrema, sin tabúes. Una verdadera patada en los huevos a todo aquel que ponga en duda su forma de hacer cine. Y es que Eli Roth lo enseña todo. Pone todas las cartas encima de la mesa y se jacta de ello. Se ríe en nuestra puta cara y se queda tan ancho. A mí personalmente, a pesar de todo el bombo que se le dio a "Green Inferno" -donde se recrea demasiado en el cachondeo- , me gusta más el Roth de "Toc Toc", el que, aún riéndose, juega más en serio.

Imposible no hacer referencia a las obras maestras de Haneke, "Funny games", original y remake, cuya premisa se aproxima mucho a la infravalorada "Toc Toc". Eli Roth lo sabe perfectamente y hace lo mismo que hizo con "Hostel" y "Hostel 2". Me figuro que pensaría: "A ver... en Hostel 2... ¿Qué hice para hacerla diferente de Hostel?... cambié un poco la trama... puse protagonistas femeninas en lugar de masculinos... ¡Coño! ¡Ya está! Para esta versión de "Funny Games" que estoy empezado a fraguar... cambio un poco la trama, pongo protagonistas femeninas, escenas atrevidas de sexo que sé que funcionan de puta madre, tortura explícita y que empiece el juego... ¡Soy un crack!". Lo dicho Eli Roth, eres el amo.

En realidad, le pondría un 8, pero le pongo un 10 para compensar las otras injustas, según mi punto de vista, malas valoraciones.