Existe una tenue separación que distingue una película que es ridícula de la que es paródica. Pongamos, por ejemplo aquella de Clive Owen y Mónica Bellucci, "Shoot 'Em Up" o "En el punto de mira" (2007), que era de lo más exagerada, una burla precisamente de este tipo de cine que representa "Furia Ciega". En cambio, el presente trabajo de Patrick Lussier trata de convencernos de lo chulo que parece esta acción desmelenada, y no lo digo por el dichoso cabello de Nicolas Cage, con unos cuantos chorreones de desnudos y sexo tirando a cutre. Este decir, que se toma en serio al contrario que la de Clive Owen.

La conclusión es que si la del 2007 hace gracia, la del 2011 produce en algunos casos bochorno. Por ejemplo, la escena de la pelea mientras el protagonista hace el amor es vergonzosa, por más que la haya copiado de "Shoot 'Em Up", donde sí tenía gracia. Dicho esto, "Furia Ciega", aunque tiene una primera mitad chusca, la siguiente se hace más amena. En definitiva, no es tan mala y además cuenta con uno secundarios interesantes. Por supuesto, una guapa Amber Heard, como Piper, una camarera metida sin pies ni cabeza en esta historia, pero también William Fichtner y Billy Burke en sendos extraños papeles.