Cada vez que llega una nueva "comedia romántica" es motivo de preocupación por la mezcla de degradación femenina, idiotez humana y doctrina progre, receta con la que Jason Reitman y Diablo Cody ya nos castigaron en "Juno" (2007). Antiguamente decían que las niñas maduraban antes, apenas entraban en la adolescencia, pero que los chavales no se hacían unos hombres hasta que volvían del servicio militar. Por cierto, que "madurar" no es pasar página ni quemar etapas sino alcanzar una plenitud física y sobre todo mental. Tal vez por eso la gente se cree que madura cuando en el fondo sigue siendo igual de tonta. Pero sigo. Por eso hemos visto centenares de historias en las que las mujeres tenían la cabeza sobre los hombros mientras que los varones eran unos tarambanas, lo cual tiene cierto fondo real. Pues ahora, en pos de la igualdad de género, no: las mujeres pueden ser tan imbéciles como los hombres. Y si me apuras más aún, porque ésta encima no es el típico perdedor de la comedia masculina, sino una señora estupenda (¡es Charlize Theron!), que parece no tener ningún motivo de queja... salvo su estupidez.

Nada más empezar me hice a la idea de que la película era simplemente la historia de una tía que está más tonta que una olla, cosa de la que por otro lado, nadie parece percatarse. Pero va más a allá. La bella Charlize Theron interpreta a algo parecido a un despojo humano, al que no le importa recibir guantazos por todos lados. A lo largo de sus 94 minutos de duración se la define como "puta tarada mental", "puta zumbada", "pájara", "depresiva", "alcohólica", "histérica que se autolesiona" (esto sólo se ve), "no sabía que fueras tan putón", "chiflada total", "chupapollas", "fracasada", "todos sentimos lástima por ti", "estoy loca" o "nadie me quiere", además de otros ataques. Ahora bien, ¿nos explican a qué se debe esta postración? Por ejemplo, ¿por qué le dejó su novio o su marido? No, para nada. En definitiva, el retrato humano no sólo es grotesco e irreal, sino completamente idiota en todas sus partes. Sabed que la moraleja es que las demás mujeres le tienen envidia porque es "famosa" pero sobre todo, porque es guapa. ¿Sí? ¿Guapa Theron? ¡Nunca lo había pensado! Qué tontería, envidiar, o nosotros desear, a Charlize Theron.