Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Reaccionario:
4
Drama En el año 1931, en España se proclama la Segunda República. En este contexto, las mujeres son elegibles pero no pueden votar. Clara Campoamor y Victoria Kent son las primeras mujeres diputadas que pisan las cortes, y se plantean muy firmemente luchar por los derechos de la mujer. Campoamor sabe que eso pasa por una primera y gran conquista: el voto femenino. A partir de este momento, su lucha no es nada fácil. Muy pronto encuentra su ... [+]
4 de octubre de 2015
3 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando la izquierda marxista entró en crisis, podemos decir que a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, terminó mimetizándose con el liberalismo, aunque para distinguirse del clásico, se adhirió a los nuevos movimientos sociales surgidos en los años 60 y 70, proceso que no acabó de cerrarse sino después de la caída del bloque comunista, a principios de los 90. Es decir, la izquierda se volvió simplemente progre. Pues en este equiparse de nuevas ideas uno de los temas que más éxito ha alcanzado es el del feminismo, que aunque tiene una historia mucho más larga, realmente nunca le ha importado hasta ese momento, cuando no se ha opuesto, a la gran mayoría de la gente más avanzada políticamente. De ahí, que en los últimos años se trate de recuperar a figuras como Clara Campoamor (Elvira Mínguez), que fue una de las que consiguió el voto para la mujer, aunque aquí parece que fuera ella sola. La película se centra en la carrera política de esta señora, en especial en sus debates para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres y el consiguiente derecho al sufragio, en tiempos de la Segunda República, es decir, en 1931.

Aunque en líneas generales es correcta a modo de documental más que de ficción, hay varias cosas que me molestan. Por ejemplo, que no se diga ni pío sobre el papel de la extrema derecha en la aprobación del voto femenino, en concreto los 15 diputados de la minoría vasco-navarra, que fueron de enorme importancia, dado lo reñido del resultado. Tampoco me gusta que se de a entender que todos iban con segundas intenciones y eran "malos" menos Campoamor, que actuaba por puro idealismo. Por cierto, que en esta polémica, los partidos de centro, los más democráticos, se negaron a reconocer este derecho, mientras que los más extremistas a la derecha y a la izquierda, estaban a favor. Señores más o menos misóginos como Roberto Novoa Santos, Hilario Ayuso o Pedro Rico eran republicanos de pro de una izquierda no socialistas, pero izquierda. En el fondo, lo que se debatía era si la democracia debe permitir o no el voto a aquellos que son antidemocráticos, es decir, que van a aprovecharse para implantar otro régimen, que es más o menos lo que sucedió. Yo, que soy antidemócrata, creo que sí debiera pero por coherencia.
Reaccionario
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow