Lenny Abrahamson, director de la oscarizada "La habitación", firmó 2 años antes esa singular e interesante historia de un joven músico que vive su sueño a la par de su pesadilla enrolándose en la banda de Frank, un personaje con un gran talento creativo al que vemos (y asimilamos) con un simpático cabezudo.

La experiencia es, como mínimo, sugestiva. Nos adentramos, de la mano de un excelente Domhnall Gleeson, en el mundo de una banda de frikis, y él, Jon, nos muestra la extrañeza que siente (al igual que nosotros) pero también la fascinación. Frank, un tipo extraordinario, parece un personaje de cuento que no quiere descubrirse, sino es a través de su talento creativo.

Es una buena película, dirigida con originalidad y buenhacer. El guión se mueve con facilidad por el humor y la comedia, aunque también le da unos toques dramáticos. Los personajes resultan interesantes, moviéndose entre lo tierno, lo.patético, lo risible, lo extrambótico... Y los actores están geniales, especialmente el trío protagonista, Gleeson, Fassbender y Gyllenhaal.

Es una buena película, original y sorprendente, que deja un regusto agridulce con un final que se agarra a la realidad, cuando el sueño se acaba.