Pondré el ejemplo de una escena de una película americana de similar temática, Asesinato en 8 mm de Joel Schumacher, para dejar claro a lo que me refiero.
En esa película, hay una escena en la que el personaje de Nicolas Cage ve una snuff-movie. Observamos su rostro, su reacción, y eso nos lo dice todo. No necesitamos ver lo que esta viendo, es innecesario. Perfecto.
En A Serbian Film hay una escena muy parecida, en la que el director le enseña a la estrella del porno una película aberrante, ¿y por qué opta nuestro amigo serbio?... exacto, has acertado.

Spasojevic debe pensar que alguien se regodearía y disfrutaría a lo grande mientras retozara alegremente en el charco de mierda que resulta ser la película. Porque es en eso en lo que la convierte el serbio, destrozando las virtudes que si tiene.
Porque tiene una atmósfera malsana, acompañada de una inquietante banda sonora, muy apropiada para la ocasión, pero da lo mismo.
No me importa que el tal Todorovic se defienda dentro de lo que cabe interpretando a un personaje complejo y difícil de llevar, aunque ciertamente se podría mejorar. Y me disgusta sobremanera que se desperdicie o pase desapercibida una buena actuación como la de Sergej Trifunovic, haciendo de director "transgresor" desquiciado, por culpa de otro director descontrolado, que con sus excesos hará que este se convierta en un personaje al que cuatro gatos, atrevidos esos si, lo rescaten del ostracismo al que seguramente va a quedar relegado, por formar parte de esta obra.

Eso es exactamente A Serbian Film. Sin duda, es algo más que cuatro escenas polémicas, pero esas escenas se la cargan.
Una película desaprovechada, inundada continuamente por una mente desbordada, que destila profundos sentimientos que ni siquiera sabe manipular. Lo que pudo ser y no fue.