Casi sin estreno por salas comerciales por España pasó Warrior, la nueva película escrita y dirigida por Gavin O'Connor, realizador de la simpática El Milagro. Tampoco será de las veces que critique la nefasta distribución cinematográfica en España, puesto que la misma película tuvo un paso fugaz por las carteleras norteamericanas, pese a las grandes alabanzas que cosechó entre crítica y público. Warrior es un drama deportivo que cuenta con un reparto encabezado por dos rostros emergentes del cine actual: Tom Hardy (Origen) y Joel Edgerton (Animal Kingdom), bien secundados por un veterano Nick Nolte nominado al Oscar a mejor actor secundario, y de una Jennifer Morrison salida de House.

Historia de una familia rota, donde dos hermanos, Tommy y Brendan (Hardy y Edgerton), se ven obligados a participar en un torneo de artes marciales mixtas con tal de ganar un suculento premio que les permita salir de las penurias económicas. El primero de ellos, de vuelta de la guerra de Irak como héroe, recurrirá a su padre ex-alcohólico (Nolte) con el que no se habla, para que le ayude a entrenar. El segundo un profesor de universidad que necesita del dinero para no perder su casa, donde vive con su esposa (Morrison) e hijas, se dejará entrenar por un antiguo amigo (Frank Grillo) para ponerse a punto para tal cita, donde se reencontrará con su hermano, quien sabe si en un combate.

Emocionante largometraje de un Gavin O'Connor que se está especializando en contar milagros en pantalla, aquí lo vuelve a conseguir con el mejor largometraje de su filmografía, un certero relato de una conflictiva familia que no pasa por el mejor de los momentos. Ayuda un tópico guión que aunque recoge lo visto en gran cantidad de productos similares (Rocky mismo) consigue ser impredecible en su resolución, pues se nos dan buenas causas por las que cualquiera de los dos hermanos pueda salir victorioso de la competición. Todo sustentado bajo la solida caracterización de los personajes y una puesta en escena sensiblona en los momentos dramáticos (la primera mitad de metraje) y violenta en sus sobresalientes y feroces combates cuerpo a cuerpo (la segunda).

Parte de los buenos logros conseguidos es de un reparto impecable, con una bestia parda como Tom Hardy en su salsa, acompañado del talentoso Joel Edgerton y un Nick Nolte perfecto, que cierra el trío protagonista sobre el que gira toda esta Warrior. El resto es un grupo de secundarios que se encuentran entre lo competente y lo anecdótico: Jennifer Morrison, Frank Grillo, Kurt Angle, Kevin Dunn y Noah Emmerich.

En otros aspectos, destacar la facilona música de Mark Isham, enfatizando los aspectos melodramáticos, tratando de saltarnos unas buenas lagrimas, nada que sorprenda. En realidad este párrafo me sirve más para mencionar la buena elección de un par de temas musicales, tanto el que da inicio al largometraje como el que lo cierra, ambos de la misma banda: The National (los temas son Start a War y About Today).

Sin duda la mejor película sobre artes marciales mixtas y eliminatorias, una notable propuesta a la que solo le pesa un ligero exceso de metraje. Nada grave tampoco.