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España España · Barcelona
Voto de David MS:
3
Terror. Thriller. Intriga Cuarta entrega de la popular saga de terror "Scream". Sidney Prescott ha logrado olvidar los asesinatos cometidos en Woodsboro. Diez años después, convertida en una escritora de éxito, vuelve a su pueblo natal con motivo de la gira de promoción de su nuevo libro. Pero su regreso irá acompañado de una nueva ola de crímenes perpetrados por un viejo conocido: Ghostface. (FILMAFFINITY)
6 de septiembre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Once años pasaron desde la tercera parte Scream, saga iniciada en 1996 bajo el guión de Kevin Williamson con el maestro del terror Wes Craven tras la cámaras. En su momento esta primera y notable primera entrega supuso un sorprendente éxito de taquilla, por lo que no tardaron en llegar las secuelas, cada una peor que la anterior, que llegó al cenit de la mediocridad con esta cuarta parte que llega mucho tiempo después de la olvidada Scream 3.

Sidney Prescott (Neve Campbell) vuelve a Woodsboro a promocionar un libro que cuenta los acontecimientos sucedidos en la primera trilogía. Cuando llega no tardan en sucederse los asesinatos de un nuevo Ghostface que sigue las nuevas reglas del cine de terror de los últimos años, haciendo que Sidney se reencuentre con la pareja Dewey y Gale (David Arquette y Courteney Cox) y conozca al nuevo grupo de niñatos que va a morir, entre los que muy posiblemente se encuentra el psicópata.

Wes Craven, no me cansaré de decirlo, director sobrevalorado que ha sabido colocar cada cierto tiempo alguna película que ha hecho mella en la generación adolescente de turno, fracasa estrepitosamente en su vuelta a la última saga que le ha reportado beneficios, lo peor es que cometiendo los mismo errores que hundieron la segunda y sobre todo la tercera entrega, empezando por un exceso de comedia, totalmente innecesaria, que ha acabado por conseguir que la franquicia Scream sea una parodia de sí misma, con unos personajes esquemáticos que no han cambiado con el tiempo, que a pesar de su falta de carisma no tienen problemas en salir victoriosos de los ataques de un villano que cada vez resulta más fácil de adivinar por mucha máscara que lleve, y al que solo se consigue matar tras tres o hasta cuatro falsos finales, cada uno peor que el anterior.

Para este relanzamiento de la saga se ha tratado de vender el film con la frase 'Nueva década, nuevas reglas'. Lo primero es cierto, pero cambiar de década no depende de la saga Scream, lo segundo no mucho, pues Scream 4 repite el esquema de las tres partes anteriores, esto es sospechar de todo aquel que se mueve debido a los indicios constantes por parte de Wes Craven y el guión de Williamson de hacernos creer que tal o cual personaje es el asesino. Son tantas las ganas de hacer sospechar de cada uno que la película se acaba convirtiendo en una comedia de enredo donde personajes aparecen, desaparecen, chocan, se asustan, gritan, cada vez de manera más cómica. Ni siquiera ayuda las referencias cinéfilas que coge esta Scream 4, pues el asesino sigue la moda de los remakes, lo que hace que el asesino de turno trate de imitar los crímenes acontecidos en la propia saga Scream, consiguiendo que el film sea un propio remake de sí mismo, con algo más de violencia en las muertes, una de las pocas novedades respecto a las predecesoras.

Esta vez, en contra de lo que era habitual, el director de Pesadilla en Elm Street falla hasta en algo que se le había dado muy bien en cada una de las partes anteriores, el prólogo, que esta vez ya indica por dónde van los tiros: una escena con chicas que mueren a manos del asesino, esto resulta ser una película que están viendo unas chicas, que mueren también a manos del mismo asesino, resultando ser otra película vista por otras chicas que esta vez ya sí mueren de verdad cuando ataca el auténtico Ghostface. El cine dentro del cine dentro del cine, una pretendida originalidad por parte de una saga que con la tercera parte había agotado toda la vida que le quedaba.

En el reparto, pues lo mismos tres tontos que no hay manera de que maten pues llevan 4 entregas sobreviviendo sin apenas un rasguño, ellos son la sosa Neve Campbell, gracias a dios olvidada por el cine, acompañada de la en su momento pareja en la vida real David Arquette y Courteney Cox, él igual de retrasado que siempre, ella con 0 expresividad de todo el botox que se ha metido en la cara. Les secundan nuevas caras como Hayden Panettiere en plan golfa, Emma Roberts, sobrina de Julia Roberts, que si se gana la vida con esto será por el apellido porque lo que es actuar ni idea, Rory Culkin, familia de Macauly, repitiendo el papel de Matthew Lillard en la original pero mal, Anthony Anderson que ya salió en Scary Movie 3 y 4 repitiendo payasismo, y cameos de Anna Paquin, Kristen Bell y Heather Graham que ni hacen gracia ni aportan mucho al resultado final.

Nueva década, nuevas reglas, sí, y la misma basura también. Scream se ha acabado convirtiendo en una parodia mala de si misma, exactamente lo mismo que resultaba ser Scary Movie pero con menos gracia y peores actores, si es que eso es posible.
David MS
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