Remake de un telefilm de 1973 que llega bajo la producción de Guillermo Del Toro y la dirección del debutante Troy Nixey, en una película que debería cambiar su título por el de No Tengas Miedo al Aburrimiento. En el reparto Bailee Madison en plan niña repelente, aunque no me extraña viendo que sus padres están encarnados por una Katie Holmes acabada para el cine desde que se casó con Tom Cruise (y se negó a participar en El Caballero Oscuro) y Guy Pearce, al que las cosas no le van muy bien, hasta se le ha visto de secundario en películas de Adam Sandler, nunca una buena señal para la carrera de un actor.

Tampoco es buena señal que la película llegara con un año de retraso y que finalmente se estrenara en un mes como septiembre, que es la época en la que habitualmente se estrena todo aquello que no saben cuando estrenar porque no se espera nada bueno de su recepción, o porque directamente es un truño de considerables proporciones. Con este remake se han dado las dos circunstancias, pues nadie ha ido a verla y nadie ha defendido su supuesta calidad, pues no la tiene.

La trama sigue a una pareja (Holmes y Pearce) que se traen a la hija de él (Madison) a vivir a la mansión que están restaurando. Como ya se sabe como son los niños que no paran quietos, la niña encuentra un sótano que estaba oculto por unos matorrales que al ser abierto deja en libertad las fuerzas del mal, en este caso bajo la forma de unos seres más antiguos que la humanidad, que comen dientes y que solo la niña ve, pues es la única que está en el lugar oportuno en el momento adecuado, sus padres no, por eso la toman por loca, lo que da píe a las situaciones vistas con anterioridad en millones de largometrajes.

Mientras veía No Tengas Miedo a la Oscuridad me preguntaba si Guillermo Del Toro, director que me gusta, no se cansará de producir la misma película una y otra vez. Aquí encontramos lo mismo que suele abundar en sus películas: mansiones encantadas, jardines, niños, pequeños seres malvados, ambiente de cuento de hadas, música con coros fantasmales (de Marco Beltrami)... por lo tanto nada nuevo bajo el sol. Me pregunto si Troy Nixey, su director, habrá aportado algo de cosecha propia al film o si simplemente habrá llevado a cabo las directrices de su productor.

Adormecedora fábula en plan malvado de la historia del Ratoncito Pérez, en una película que tira más por el misterio que por el cine de terror, absurdo pues el misterio a resolver queda resuelto en el prólogo con el que inicia el film, lo que debería conllevar a que una vez están presentados los personajes se sucedieran los momentos terroríficos, pero nada, ni terror, ni sustos, ni siquiera muertes. ¿Qué es lo que cuenta el film pues? Poca cosa, la historia de una niña que no es creída por sus padres y que quiere escapar de una mansión para volverse con su madre, todo ello bajo el citado envoltorio que da ser una producción de Guillermo Del Toro.