Cada vez que escuchaba la voz de este personaje no podía parar de reír, pero no por los chistes que contaba sino porque a mi cabeza llegaba la imagen de Borat. Ese si fue un gran personaje y su película inolvidable. En esta sin embargo solo aparecen chistes sin gracia que podrían hacer reír a mi primo de 8 años. Aquellos increíbles chistes inteligentes que necesitabas cierto nivel intelectual para captarlos eran geniales. En esta, a veces aparecen fugazmente algunos de aquellos inolvidables chistes que se te graban a fuego en el cerebro pero como han llegado se van. Además Anna Faris hace mal lo que siempre hace mal, osea gracia. Al igual que en Scary Movie me parece patética, mientras que nuestro protagonista se ve ensombrecido por esos horribles chistes que el mismo se hace decir en pantalla. Y junto a su doble (el mismo) creo que hacen la peor pareja de todas.
Y en cuanto a la trama es aburrida y recurre a todos los tópicos de película cutre, se enamora consigue volver a su vida normal y continua con sus tonterías, en mi opinión totalmente predecible.
En su último discurso se mete clara y directamente con el gran hombre blanco que tanto odia, como creía que iba a estar haciendo durante toda la película pero sin la chispa con la que lo hace en Borat. Si parece que adoro esa película pero que mejor película para comparar que la suya misma.
A los que crean que esta película es ofensiva hacia algún colectivo es porque no conocen a Baron Cohen ni su trabajo, ya que todas las posibles ofensas son solo bromas que nadie puede tomarse en serio salvo.
Si alguien quiere decir que la película es mala y no quiere recomendarla pues que simplemente lo haga, no es necesario excusarse en absurdos temas políticos. Cuando algo es verdad solo hay que decirlo.