Aquí hay que llegar al corazón del espectador fascista opresor-culpable que está en su cómodo sofá mostrando dolorosas imágenes terribles de mujeres y niñas especialmente. Todo perfectamente bien fotografiado... porque tienen hasta fotógrafo.

Es curioso como te cuentan lo héroes que son, que no pueden permitir que nadie muera en el mar pero luego cuando los llevan a tierra, se desentienden de esa gente completamente diciendo:
-Ahora ya no es mi problema..(y más vale que lo solucionéis porque no voy a parar de traer más y más)

Para Camps, por mucho que te vendan, esa pobre gente no son seres humanos. Es sólo dinero. Billetes y cheques flotando en el mar...