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España España · Granada
Voto de Nadja:
8
Drama Cinta sobre un joven obsesionado con llevar una vida normal y corriente. Cuando el mundo a su alrededor comienza a desmoronarse intenta seguir adelante mirándolo de manera positiva, pero cuando las columnas que aguantanban su "normalidad" acaban por derrumbarse, y los malos pensamientos comienzan a aflorar, tiene que resistir las malas tentaciones. (FILMAFFINITY)
8 de septiembre de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es la segunda película de Sion Sono que veo y aunque hablo sin un conocimiento previo, creo que debe ser la más bella y emotiva de su filmografía.
No es una película que recomendaría a cualquiera. Sin embargo, se que está destinada a personas con una sensibilidad especial que busquen emocionarse con algo más.
Himizu nos sitúa en el contexto del Japón desestructurado que origino el tsunami y el terremoto que tuvo lugar hace años. Se contraponen diversos planos de edificios derruidos, se nos habla de pérdida y pasado pero lo más importante no es eso. Si no el cataclismo emocional de nuestros duo protagonista, unos adolescentes que deben intentar crecer de forma correcta en un mundo podrido que amenaza con engullirlos cada segundo.
Maltrato, pobreza, violencia y marginación.
No es una película agradable. A ratos es dura, algunos de los golpes que observes te llegaran a doler como si los sufrieras tu mismo.
Pero a pesar de todo nos dice que siempre hay esperanza.
Que en este mundo en ruinas, todos podemos empezar de nuevo.
Que los que nos aman vencen con su cariño a los que nos odian.
Y es que siempre hay un camino para cada uno de nosotros por terrible que sea la perdida.
La última hora de la película es pura magia. La escena final está cargada de una belleza indescriptible que resulta imposible de olvidar.
Un día escribí que lo eterno de este mundo es lo efímero del momento.
Dos adolescentes tumbados en el suelo sueñan con el futuro para ahuyentar las pesadillas del presente y en ese exacto minuto que bien podría ser solo un espejismo temporal, reside la belleza de haber sobrevivido a la tragedia.
Porque la vida es eso.
Minutos en los que trasciendes.
Donde te deja de doler el peso de tus propios pasos.
Momentos que hacen que todo cobre sentido y encuentre significado.
Instantes que te salvan.
Nadja
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