Nueva entrega de la saga John Wick que nos vuelve a regalar grandes momentos a los amantes del cine de acción. Bajo el subtítulo Parabellum, la película hacía presagiar una guerra sin cuartel entre John Wick y el resto de asesinos del mundo. Su ritmo y desarrollo está más cerca de la segunda que de la primera entrega, comenzando de manera salvaje y derrochando energía e intensidad para después dar paso a unos momentos de calma antes de retomar la acción para la traca final.

Nuevamente se opta por continuar con lo que ha deparado el gran éxito a esta saga: sus escenas de acción. Perfectamente rodadas, con una coreografía magnífica y, lo más importante de todo, una perfecta visión de todo lo que ocurre en ellas. Al igual que en las dos entregas precedentes, se dejan detalles sobre el ambiente y el mundo en el que se mueve este personaje, aunque siempre supeditado a la acción.

Con respecto a las dos primeras, cabe destacar la aparición de ciertos detalles de la vida de John Wick, la presencia de Halle Berry, los nuevos asuntos relacionados con el Continental y la aparición de Mark Dacascos (para mí el mejor villano de toda la saga). Le pongo la misma nota que a sus predecesoras porque me ha encantado igualmente y por algunos "recursos" utilizados por el señor Wick para cargarse a los malos, aunque si tuviera que ordenarlas probablemente estaría en tercer lugar.