La pelicula empieza bien con los tercios luchando en Flandes la estás viendo y piensas: la cosa promete. Luego a cada segundo la cosa va de mal en peor a Viggo debieron doblarle porque el español borracho no define precisamente al sobrio soldado español y son las interpretaciones las que matan la película. Sosas a decir basta, desganadas.

Conclusión los actores y actrices españoles necesitan de clases urgentes de arte dramático o mejor que se retiren del oficio.

Un despropósito de película Una pena porque por una vez se intentó hacer cine en serio sobre nuestra gran historia.