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Voto de Maren Spaulding:
9
Western. Terror A la localidad de Bright Hope llega un forastero que rápidamente despierta las sospechas del sheriff, que termina por arrestarlo tras dispararle en la pierna. Samantha O'Dwyer se encarga de extraerle la bala en el calabozo. Pero esa noche un joven en un establo es asesinado y el ayudante del sheriff, la Sra. O'Dwyer y el detenido han desaparecido. Siguiendo la única pista que tiene, una flecha india, el sheriff buscará a la joven con la ... [+]
28 de febrero de 2018
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El incorrectamente llamado "género" de WESTERN es una de las mas clásicas formas de hacer cine. El puro de cine del oeste, de vaqueros e indios, de duelos a muerte, de sheriffs corruptos, de forajidos, de trifulcas en locales de mal a muerte, de feroces caballos, de tiroteos, de sangre a borbotones, y de amor romántico. Se llevan contando historias apasionantes de aventuras en el oeste desde prácticamente los orígenes del cine.

El problema es que yo nací en el 1996. Todo aquel western quedaba ya muy atrás. Mis padres me animaron siempre a ver los clásicos entre los clásicos del oeste, y aunque entienda su mérito y sus épicas aventuras, nunca podré apreciarlas en su plenitud, porque como a todo, los años les pasan factura, y los humanos venimos mal acostumbrados.

Pero no todo estaba perdido. También salieron westerns después de que yo naciera. El Tren de las 3:10 a Yuma, El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford... Todas fantásticas, con el espíritu de aquellos clásicos, pero con las modernizaciones necesarias para atrapar al público actual. Todo bien, todo correcto.

Pero aun así, con todo ello, jamás logré sentir esa pasión por el western. Jamás fue uno de mis "géneros" preferidos. Punto. Lo asumí, y pasé página.

Entonces, navegando por internet, vi ese póster. Ese inmenso de póster de Kurt Russell, con su larga barba y bigote canosos, y con un sombrero. Debajo se leía "Bone Tomahawk", y bajo las letras cuatro hombres a caballo bajo un tímido sol de atardecer. De aterrador atardecer.

"Un western... De terror... De 2015... ¿Y no la he visto?", pensé. Entonces, la vi.

Sin duda una de las mejores películas que he visto en mi vida.

Un pueblo minúsculo, un sheriff veterano, su ayudante más veterano aún, un ex-sheriff con una pierna inutilizada, su mujer la médico del pueblo, y un asesino de indios de la gran ciudad. Cada personaje encaja cual pieza de un inmenso puzzle en la magistral trama.

La llegada de un forastero y la desaparición de la médico del pueblo lleva a los cuatro valientes hombres a encaminarse hacia lo desconocido, hacia rutas salvajes, en un viaje por el árido desierto del oeste más destartalado y peligroso jamás imaginado por el hombre.

La impecable fotografía, su magnífico guión, las conversaciones, la cotidianidad de sus actos, la bondad de algunos, el egoísmo de otros, el empeño de algunos, la desesperación de otros... Sentimientos a flor de piel invaden la pantalla durante un viaje de casi dos horas. Y entonces...

...Entonces, llega el clímax. Terror, violencia, pesadilla. Uno de los finales de película mas increíbles, realistas, inquietantes e inesperados de la historia del cine, o al menos de los westerns.

Junto con los créditos finales, llegaron mis lágrimas, mis pelos erizados, y mis aplausos frenéticos. Jamás olvidaré esta película.

Doy gracias porque exista, y por haberla encontrado. Ahora, voy a intentar conseguir ese póster, para tener en mi habitación siempre conmigo a esos valientes, brutos, luchadores... Pero también amables y tiernos hombres del salvaje oeste.

Bienvenidos al circo de pulgas.
Maren Spaulding
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