El productor de El padrino se interesó por este proyecto que a priori tiene todos los alicientes para ser una gran película, sin embargo, fue un gran fracaso artístico y comercial. Lo protagoniza el machote de Alec Balwin, un actor fotogénico pero inexpresivo, muy de moda en aquella época.

Encarna a un ex-policía y ex-alcohólico que pretende rehacer su vida junto a la atractiva Kelly Lynch. Un buen día mientras se encuentra pescando con ella son testigos de un fatal accidente de avioneta en el que mueren varias personas y sobrevive una niña latinoamericana. Picado por la curiosidad decide investigar por su cuenta y se hace cargo de la cría. Pronto descubrirá que uno de los pasajeros fallecidos en la avioneta no era trigo limpio y la policía empieza a hacerle preguntas.

La trama se ambienta en la sugestiva ciudad de Nueva Orleans e incluye un atractivo reparto de secundarios. La banda sonora es obra del inspirado George Fenton y la ambientación está bien conseguida, pero el guión es bastante malo y el director no tiene la pericia necesaria para sacarle algo de partido a la historia. Enseguida todo se atasca y pierde interés, el ritmo se hace cansino y la resolución y el desarrollo son de lo más tópicos. En definitiva se trata de la típica película que promete más de lo que ofrece.

El cinco se lo doy por el desnudo frontal de Teri Hatcher que si no...