Lo que parecía una inofensiva partida de ordenador está apunto de desencadenar una guerra termonuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética cuando un avispado informático logra penetrar en la computadora que controla los misiles americanos. Aunque el Pentágono enseguida se apresuró a rechazar por inverosímil el planteamiento de la película lo cierto es que el argumento está basado en una historia real cuando un grupo de piratas informáticos alemanes consiguieron colarse en el sistema informático de la Nasa. Además el guión es lo suficiente riguroso y veraz como para que resultar creíble, de hecho, obtuvo una nominación al Oscar. En un principio Juegos de guerra parece la típica comedia juvenil de los ochenta y algo de comedia hay, pero conforme avanza la trama la película se convierte en un absorbente thriller de intriga que te mantiene atento hasta su previsible desenlace.

Juegos de guerra tiene el mérito de ser una de las primeras películas en hablar sobre la piratería informática en una época en la que empezaba a ponerse de moda el ordenador personal. La historia no sólo es sumamente interesante sino que además es muy entretenida. Matthew Borderick debutaba con este film y gracias al enorme éxito que tuvo se convirtió en uno de los actores juveniles más famosos del momento. También descubrimos en el reparto la presencia de unos jóvenes Michael Madsen y William H. Macy que al igual que Broderick prácticamente debutaban en el cine.