Un sheriff y un oficial de caballería van en busca de varios prisioneros para canjeárselos a los comanches por armas y municiones. La película trata el delicado tema de los jóvenes blancos secuestrados por los indios y su difícil reintegración en sociedad. El tono jocoso que John Ford imprime en muchas de sus películas estropea el acabado final. Dos cabalgan juntos podía haber sido una obra maestra pero esa estúpida comicidad en una historia tan dramática no pega ni con cola. James Stewart es un gran actor pero en esta ocasión no está muy serio en su papel. Le da a su voz un tono jocoso que exaspera. Soy incapaz de tomármelo en serio. El orondo sargento de caballería no tiene ni puta gracia y aparece en un montón de películas de Ford. Parece que su sentido del humor era bastante estúpido. Me estoy acordando de las chorradas de Fort Apache o El gran combate por ejemplo.
spoiler:
Sólo por la secuencia en la que el joven blanco criado por los comanches reconoce la melodía de la caja de música la película se merece un siete. Y tendría más puntuación si se tomara más en serio a sí misma.
Stewart es retratado como un comerciante sin escrúpulos que trafica con rehenes para enriquecerse, pero al final se va a California con la mejicana repudiada por los suyos por haberse casado con un indio. En realidad él sabe mejor que nadie que el canje de prisioneros será un fracaso y una decepción para los familiares porque eran tan jóvenes cuando fueron raptados que debido al tiempo transcurrido lo más probable es que ambos se renieguen entre sí.
La moraleja final es que los comanches a pesar de llevarse a la fuerza a los críos, los tratan bien y consiguen su integración plena en la tribu. Sin embargo cuando los devuelven a su lugar de origen se encuentran en muchos casos con las miradas acusadoras y el racismo de los que consideran que se han degenerado por su convivencia con lo indios.