Capítulo flojo tirando a decepcionante medio copia de The walking dead. Con una frase se podría resumir el capítulo octavo de Terror en estado puro.

Empieza con un inicio prometedor pero se va metiendo en callejones oscuros en los que ni sabe salir, ni sabe lo que está haciendo el protagonista de este capítulo. Se demuestra que las ideas buenas de esta serie en concreto se han diluido después de los cinco primeros capítulos.

Habrán firmado un repertorio de capítulos y tendrán que llegar por dignidad porque otra explicación no cabe. Ahora es cuando uno mejor se cuestiona si lo mejor es alargar la agonía del muerto o dejarlo morir.