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Argentina Argentina · Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Voto de El Golo Cine:
7
Drama. Thriller El matrimonio Baines es personal de servicio de una embajada. La pareja cuida de Felipe, que es el hijo del embajador. El señor Baines (Ralph Richardson) y el pequeño son dos compañeros inseparables pero la señora Baines (Sonia Dresdel) trata de una manera dura y autoritaria al pequeño. Baines se enamora de una secretaria de la embajada. Felipe intenta ocultar el secreto. Pero la mujer se entera de lo ocurrido por la indiscreción del ... [+]
7 de julio de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En The Fallen Idol (1948, dirigida por Carol Reed y basada en un relato de Raymond Chandler) la estrella es Bobby Henrey como Phillipe, que filmó la película con 8 años. ¿Fue por su talento o el del equipo que realizó la película? Henrey filmó una película más y luego dedicó su vida a la universidad.

Por Nicolás Bianchi

Viejos son los trapos o el viento, no las buenas películas. 72 años después de su estreno The Fallen Idol continúa funcionando a la perfección como un film de suspenso que mantiene la tensión hasta la última escena.

La película transcurre en la embajada de Francia en Londres, donde el hijo del embajador, Philippe, mantiene una relación de amistad con el mayordomo Baines (Ralph Richardson) bajo la severa mirada de la ama de llaves, la señora Baines (Sonia Dresdel). La pareja entre el personal del servicio diplomático está a punto de romperse porque el interés del mayordomo está en otra trabajadora, la mecanógrafa Julie (Michele Morgan).

Desde el primer cuadro hasta el último quien nos lleva por la narración es el joven Phillipe, por momentos un niño insoportable, por momentos adorable, siempre inquieto y revoltoso. Por un lado la película es, al estilo de Hitchcock y otros, de esas en las que todo lo que se muestra importa. Unas tizas que son confiscadas por la señora Baines, un avioncito de papel, una pistola en un cajón, todo merece cierta atención porque es mostrado con algún fin narrativo. Y, además, tiene un chiste fenomenal con una prostituta en una comisaría que es gracioso a pesar del paso del tiempo.

La actuación de Henrey, justamente, es una de las características más perdurables de The Fallen Idol. Pero no fue fácil de lograr. Con posterioridad el director Reed contó que utilizaron una serie de trucos para lograr las expresiones del niño. Algunas de las tomas fueron capturadas cuando Henrey interactuaba con alguien del set que le caía bien, lograba la expresión en la cara, y luego era solucionado en montaje. Se llegó a contratar a un mago para que mantenga al niño alegre y entretenido.

Una de las dificultades era que Henrey padecía de cierto déficit de atención, por lo que era complicado transmitirle que necesitaba la película de él. El resultado fue magnífico, e incluso se incorporó esa característica en el personaje ya que la trama avanza, muchas veces, a través de las confusiones de Phillipe.

El éxito de la película le valió a Henrey un contrato para hacer cinco largos más, de los cuales solo uno se estrenó, The Wonder Kid, en 1952, con escasas repercusiones. Henrey volvió a la educación, se mudó a los Estados Unidos y dedicó su vida a la academia y la literatura. En 2013 presentó un libro autobiográfico en el que repasa sus experiencias como un niño estrella.

The Fallen Idol es considerada una de las mejores películas británicas de todos los tiempos. Fue premiada en los premios BAFTA, en Venecia y Nueva York, además de recibir decenas de nominaciones.
El Golo Cine
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