Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de Algorythm:
9
Drama El segundo episodio especial de 'Euphoria' sigue a Jules (Hunter Schafer) durante las fiestas de Navidad, mientras reflexiona sobre el año que termina.
24 de enero de 2021
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es imperativo mencionar que es de obligado cumplimiento verla en V.O., obviamente si hace falta con subtítulos en el idioma que más cómodo nos sea, para apreciar de este modo, sin filtro alguno, la inmensa actuación de Hunter Schafer, que sin querer politizar diría que está de sobras a la altura de su compañera de reparto y en algunas ocasiones creo incluso que la sobrepasa. Aquí lo demuestra y esperemos que en un futuro podamos verlo igual de notoriamente reflejado en los episodios convencionales de la serie.

Cómo en el especial pasado que se enfocaba en Rue (Zendaya), en este con Jules (Hunter), se siguen sucediendo los continuos zasca a todos los colectivos y demás instituciones que sólo hacen que remar unidireccionalmente en lugar de compartir un mensaje común y flexible en el que pueda haber un entendimiento. Bajo mi opinión, y como deja entrever el episodio, un solo grupo no puede abanderar, englobar ni representar a toda una comunidad, pues cada persona es un mundo y no todas, por no decir ninguna, estará de acuerdo con toda una serie de voluntades, peticiones o mandamientos que realice u imponga un tercero con mayor “poder” en nombre de su misma causa.

A su vez se desdibuja esa aparente perfección mostrada en las redes sociales mostrando la tóxica visión de los adolescentes estadounidenses, dónde prima una superficialidad superflua y unos números que nada representan de quienes los portan. Sacando a relucir a su vez esos complejos y esa moral social de clasificar y prejuzgar a alguien por alguna mera condición o acción. El mundo necesita alejarse de esos tristes maniqueísmos, blanco/negro, bueno/malo, aliado/amenaza etc. Todos estamos conformados por grises, con cosas que gustarán a una gente, mientras otras no tanto, y cosas que detestarán otros tantos mientras a su aprecian alguna otra virtud que los previos habían denostado. Como bien dice el dicho, no juzgues a un libro por su portada.

A la historia en sí le cuesta un poco arrancar, pero cuando lo hace alcanza rápidamente el nivel de su predecesora, siendo eso sí, visualmente más bonita y narrativamente más movida, pues no se centra sólo en profundas conversaciones en un sitio cerrado concreto. Esta dispone de más medios y es el balance perfecto entre la escasez de artificio del especial anterior y la sobredosis de glam de los episodios tradicionales.

Recordemos también, que este capítulo está coescrito por la protagonista del mismo, quién ha vertido en dichas líneas parte de su vida y su experiencia personal y con ello divagando (en el buen sentido, es decir, expresando su opinión sincera sin acomodar su mensaje o pretender llegar a un fin concreto) acerca de la naturalidad de su condición. De hecho, se atreve a su vez, a impactar al espectador con la parte dolorosa (en el sentido incluso literal) y no tan bonita que se sufre -y de la que normalmente no se habla-, para lograr esa ansiada transformación padecida con el proceso de cambio de sexo.

Se habla también del peligro de las comunicaciones online -en particular, con los más jóvenes- y el impacto que pueden tener psicológicamente en nuestro día a día y a niveles muy profundos algo que no se ha materializado, y que, de hacerlo, puede que sea muy diferente a nuestra idealizada concepción realizada por el desconocimiento de muchos factores y detalles que solo pueden percibirse presencialmente. Algunas líneas notables acerca de este tema son:
- "Es más fácil hablar con gente online. Puedes ser más abierta y sincera. Y... vulnerable."
- "Las relaciones más profundas que he tenido han sido con gente que nunca he conocido. Debí suponer que me estaba engañando a mí misma... O tal vez lo sabía."

Finalizando con lo técnico, la foto y dirección son una absoluta delicia, de hecho, incluso más elaborada y con mayores parafernalias que el episodio especial que vimos pasado de Rue. Pues entrama diferentes temporalidades en paralelo, pasado y presente, que incluyen apariciones escuetas pero certeras de Zendaya que sirven para conformar ese todo. Ojalá esto sirva para que los productores, guionistas y directores se den cuenta de que quien debe ocupar todavía más protagonismo en la serie es este tándem interpretativo perfecto y no tanto personaje secundario (por lo general) mediocre y mundano. O por lo menos, más vistos e igual de estereotipados en otro tipo de producciones teen.
Algorythm
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow