El buen hacer de los guionistas televisivos (americanos) de fines de los 80 y primeros de los 90 trajo a nuestras infancias y adolescencias perlas tan relucientes como las joyas de Hillary Banks, entre las que se encumbra por méritos sobrados esta FRESH PRINCE.
La prueba que tengo a mano ahora mismo de que esta es una de las mejores series de todos los tiempos son sencillamente las series que ponen ahora: HOUSE, PERDIDOS, HEROES, PRISON BREAK, ANATOMÍA DE GREY... con todos mis respetos hacia quienes sean aficionados a todas ellas, para mi gusto son pura basura, al menos comparando con 'Will Smith' (que era como la llamábamos entonces para abreviar).
El hecho de que la nueva generación esté creciendo con esas series que he mencionado en vez de con F.P. me hace entristecer y asustarme, pues carecen de valores, y eso me parece que es algo importantísimo en cualquier producto artístico-mediático como una telecomedia. Will, Carlton, Hillary, Vivian, Jeffrey, Ashley y Jazz eran personajes auténticos, humanos, simpáticos, entrañables, pero no por ello dejaron de ser en ningún momento una panzá de reír, y no insultaban gratuitamente a sus pacientes, ni tenían poderes absurdos, ni se enrollaban día sí día no con los enfermeros: vamos, que no recurrían al morbo fácil para hacer pasar un buen rato. Lo hacían difícil, es decir, con un buen guión, un gran carisma, actores estupendos (por cierto, aparte de Will, ¿dónde estarán ahora?) y una ética implícita y subyacente.
La serie de risa perfecta. Ojalá nunca se olvide. Yo nunca olvidaré la época en que saludabas a un colega chocándole la mano y diciendo "pssstttt".