Podríamos debatir sobre si es una de las grandes películas de la historia del cine o no. Y para ello deberíamos discernir si se trata de una obra atemporal o uno de los muchos filmes que han envejecido bastante mal con el paso de las décadas.

Pero creo que el debate es absurdo ya de partida, pues se trata de una obra creada cuando todavía no existían la mayoría de las herramientas cinematográficas, o incluso su "vocabulario" era incompleto: faltan más de 10 años para los "primeros planos". No encontramos paneos, mucho menos travellings. Y un sin fin de detalles. Es lo que se dice, un modo de representación Primitivo, todavía lejos del Modo de Representación Institucional que llegó en los años 20 y se asentó como una dictadura hasta la irrupción de los nuevos cines allá por los 50 y 60. Valorar con nota éste tipo de películas es un sinsentido aún mayor que adjudicar un número a una obra cinematográfica. ¿La valoramos por lo que supuso en su época, o la analizamos con ojos actuales?

Pero amigos, como suele pasarnos a muchos cuando escribimos por aquí, parecemos hombres fríos que bombardeamos con datos, números, chistes fáciles u opiniones vacías y ensayadas para conseguir el mayor número de sies. Se nos ha olvidado que el cine se hizo para soñar.

¿Qué es lo primero que hacen los exploradores cuando llegan a la luna en una capsula espacial que parece hecha de contrachapado? ¿Qué? El hombre llega por fin a la luna, la meta de la humanidad hecha realidad, y ¿Qué hacen los protagonistas?

Se van a dormir.

Pero, ¿Con que sueña un hombre que está en la luna?

Sólo los niños se hacen ya esas preguntas. Y algunos cuando vemos está inocente, pura y maravillosa obra que un día soñó Méliès, también. Es cosa del cine. Nos hace soñar.

Los exploradores matan a los marcianos con paraguas. Y nadie se ríe.

Podríamos debatir si es una de las grandes películas de la historia del cine o no. Yo creo que soñaban con el mar.