Tengo la sensación contínua de estar viendo un refrito algo mediocre de otras muchas series ya vistas antes. Esta mezcla de The Walking Dead, Stephen King y Lost en versión poblacho americano, comienza con fuerza y tensión, con destellos de algo prometedor, pero se diluye como un azucarillo hacia la nada en cuanto pasan tres o cuatro capítulos. El guión se desorienta y se torna tedioso, ramificándose en mil situaciones que no parecen avanzar ni resolverse en si mismas de ninguna manera y se pierde en diálogos y personajes sin demasiada o ninguna fuerza, haciendo que el interés inicial se vaya desvaneciendo hasta el mínimo imprescindible para seguir viéndola. Da la misma sensación que esos escritores que comienzan una buena novela y hacia la mitad se dan cuenta de que agotaron sus ideas brillantes y su mecha creativa y no saben como continuar, así que lo hacen de manera ramplona, metiendo relleno sin saber como hacer avanzar la novela. La principal virtud de la serie es que a pesar de ello consigue mantener en vilo la atención lo suficiente como para convertirla en un entretenimiento pasable.