El avance de lo que hoy conocemos como la era de la informática, un aviso de la supeditación del hombre a la tecnología y por supuesto una advertencia, las maquinas no dejan de ser maquinas.
Para los espectadores de hoy día no deja de ser una película catalogada como algo antigua pero tras de si hay un sorprendente guión original a la época y que posteriormente ha tenido miles de derivaciones en la gran pantalla.

Un mundo ideal al servicio de una clase pudiente, los cuales acceden por dinero a satisfacer aquellas necesidades o cuestiones que innatamente desean hacer en la vida real, pero que no pueden. El ser humano cumple con instintos libremente en un mundo donde todo esta permitido.

Un control sobre un mundo artificial que se vuelve real cuando debido a un fallo en el sistema produce un descontrol en las diversas maquinas.

Película entretenida, catalogada de culto o mejor, de serie B pero que no tiene desperdicio. Buen sabor de boca para un “vino de crianza con el sabor de un gran reserva”