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Voto de Sauker:
8
5,8
14.024
Drama
Relato biográfico de Margaret Thatcher (1925-2013), una mujer de origen humilde que fue capaz de derribar todas las barreras que representaban el sexo y la clase social para convertirse en una dirigente política poderosa en un mundo dominado por los hombres. La historia trata sobre el poder y el alto precio que a veces se paga por él, centrándose en momentos clave de su carrera política como sus primeros años en el partido conservador y ... [+]
5 de enero de 2012
15 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, pues acabo de ver "The Iron Lady", el biopic sobre la que fuera Primera Ministra de Gran Bretaña entre 1979 y 1990.
Doy por hecho que muchos de los usarios a los que la película no haya agradado en demasía, en cuanto hayan visto que le he cascado un 8 no considerarán esta crítica útil, pero les animo a leer el resto de la misma para, al menos, entender el porqué me ha sorprendido gratamente.
El problema de esta película ha sido precisamente el que hayan promocionado sin cesar las imágenes de los flashbacks, cuando realmente la acción se centra en el presente de Margaret Thatcher, quien sufre de demencia senil y es sólo una sombra de la mujer que antaño fue.
Conforme avanza la película (apenas son necesarios unos 15 minutos, por lo que no voy a destripar nada) uno comprende que la intención del guión no es otra que jugar al contraste, mostrándonos a una Thatcher poderosa, fría y soberbia como Primera Ministra y a una triste anciana después (haciendo un uso desmedido del sentimentalismo para que el espectador caiga en la red).
Y ese es el tema, que a mí no me ha importado hacerlo y he aceptado de buen grado los derroteros que han pretendido señalarnos.
Partiendo de la base de que lo que verdaderamente importa es mostrarnos a la persona y no a la totalitaria política que era (bajo mi punto de vista, claro), uno espera como agua de mayo los flashbacks más jugosos para poder disfrutar de Streep haciéndole ganar a Thatcher su archiconocido apódo, la "Dama de Hierro".
Y es ahí donde reside el punto fuerte de la película (lo cual no suponía ningún misterio), en la interpretación de esta extraordinaria actriz que logra acercarnos a la "no tan buena" Maggie Thatcher, sin desmerecer a Jim Broadbent, quien también hace un espléndido trabajo interpretando a Denis Thatcher, el marido de la protagonista (quien precisamente es quien hace aflorar su lado más humano).
Doy por hecho que muchos de los usarios a los que la película no haya agradado en demasía, en cuanto hayan visto que le he cascado un 8 no considerarán esta crítica útil, pero les animo a leer el resto de la misma para, al menos, entender el porqué me ha sorprendido gratamente.
El problema de esta película ha sido precisamente el que hayan promocionado sin cesar las imágenes de los flashbacks, cuando realmente la acción se centra en el presente de Margaret Thatcher, quien sufre de demencia senil y es sólo una sombra de la mujer que antaño fue.
Conforme avanza la película (apenas son necesarios unos 15 minutos, por lo que no voy a destripar nada) uno comprende que la intención del guión no es otra que jugar al contraste, mostrándonos a una Thatcher poderosa, fría y soberbia como Primera Ministra y a una triste anciana después (haciendo un uso desmedido del sentimentalismo para que el espectador caiga en la red).
Y ese es el tema, que a mí no me ha importado hacerlo y he aceptado de buen grado los derroteros que han pretendido señalarnos.
Partiendo de la base de que lo que verdaderamente importa es mostrarnos a la persona y no a la totalitaria política que era (bajo mi punto de vista, claro), uno espera como agua de mayo los flashbacks más jugosos para poder disfrutar de Streep haciéndole ganar a Thatcher su archiconocido apódo, la "Dama de Hierro".
Y es ahí donde reside el punto fuerte de la película (lo cual no suponía ningún misterio), en la interpretación de esta extraordinaria actriz que logra acercarnos a la "no tan buena" Maggie Thatcher, sin desmerecer a Jim Broadbent, quien también hace un espléndido trabajo interpretando a Denis Thatcher, el marido de la protagonista (quien precisamente es quien hace aflorar su lado más humano).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Si hay algo que pueda achacársele a la película, además de que uno acaba algo "empachado" del tema de la demencia senil (que no obstante está bien llevado y no impide que los flashbacks se introduzcan debidamente, AUNQUE HAY SALTOS EN EL TIEMPO BASTANTE ABRUPTOS) es que a la película LE FALTA MALA LECHE.
Pese a ello, se agradece que busquen las cosquillas mostrando que Geoffrey Howe dimitió, sobre todo, por ser humillado por la Primera Ministra en plena asamblea, cuando el personaje real anunció que lo hizo por estar en contra de su política europea.
Nos muestran los problemas a los que la Primera Ministra tuvo que hacer frente, casi siempre con medios desafortunados (véase como reprimía duramente las protestas y el hundimiento del Belgrano), pero eximen la película de toda polémica justificando a la Thatcher, dejando caer que tomaba muchas de esas medidas porque todos los hombres la subestimaban y no le quedaba otro remedio.
Y ahí reside el error...
SEÑORES, DETRÁS DE ESAS DECISIONES NO SÓLO HAY UN AFÁN POR NO DEJARSE PISAR, TAMBIÉN UNOS IDEALES.
Y es que Margaret Thatcher no sólo tomó esas decisiones porque no le quedaba otro remedio, sino porque consideraba que era lo correcto, y es algo que no termina de reflejar muy bien la película (a veces lo hace y otras no).
Sin embargo, son algunos "errores" (también depende de la opinión que a uno le merezca el personaje, ojo) que no deberían pillarnos por sorpresa.
Por lo general, "The Iron Lady" ofrece lo esperado, interés de primer orden con un envoltorio elegante y tentador, unas interpretaciones magníficas (no sé si Meryl Streep se llevará o no la estatuilla, pero no puedo hacer más que rendirme nuevamente ante sus dotes interpretativas y quitarme el sombrero) y un final doble.
Por un lado y mediante flashbacks, se nos cuenta que Thatcher había logrado lo que siempre quiso, sobrevivir y hacerse fuerte en un mundo de tiburones en el que al principio no encajaba, optando por salir del nº 10 de Downing Street con la cabeza bien alta acompañada de su siempre leal marido.
En la línea de presente, vulnerable y envejecida, deja marchar a Denis en una escena la mar de emotiva que hará soltar la lagrimilla a los más sensibleros.
Un biopic más que decente sobre un personaje más que interesante.
¿Qué por qué le he puesto un 8?
Porque me ha gustado y me ha salido de las narices...
Pese a ello, se agradece que busquen las cosquillas mostrando que Geoffrey Howe dimitió, sobre todo, por ser humillado por la Primera Ministra en plena asamblea, cuando el personaje real anunció que lo hizo por estar en contra de su política europea.
Nos muestran los problemas a los que la Primera Ministra tuvo que hacer frente, casi siempre con medios desafortunados (véase como reprimía duramente las protestas y el hundimiento del Belgrano), pero eximen la película de toda polémica justificando a la Thatcher, dejando caer que tomaba muchas de esas medidas porque todos los hombres la subestimaban y no le quedaba otro remedio.
Y ahí reside el error...
SEÑORES, DETRÁS DE ESAS DECISIONES NO SÓLO HAY UN AFÁN POR NO DEJARSE PISAR, TAMBIÉN UNOS IDEALES.
Y es que Margaret Thatcher no sólo tomó esas decisiones porque no le quedaba otro remedio, sino porque consideraba que era lo correcto, y es algo que no termina de reflejar muy bien la película (a veces lo hace y otras no).
Sin embargo, son algunos "errores" (también depende de la opinión que a uno le merezca el personaje, ojo) que no deberían pillarnos por sorpresa.
Por lo general, "The Iron Lady" ofrece lo esperado, interés de primer orden con un envoltorio elegante y tentador, unas interpretaciones magníficas (no sé si Meryl Streep se llevará o no la estatuilla, pero no puedo hacer más que rendirme nuevamente ante sus dotes interpretativas y quitarme el sombrero) y un final doble.
Por un lado y mediante flashbacks, se nos cuenta que Thatcher había logrado lo que siempre quiso, sobrevivir y hacerse fuerte en un mundo de tiburones en el que al principio no encajaba, optando por salir del nº 10 de Downing Street con la cabeza bien alta acompañada de su siempre leal marido.
En la línea de presente, vulnerable y envejecida, deja marchar a Denis en una escena la mar de emotiva que hará soltar la lagrimilla a los más sensibleros.
Un biopic más que decente sobre un personaje más que interesante.
¿Qué por qué le he puesto un 8?
Porque me ha gustado y me ha salido de las narices...