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Voto de Sergio Berbel:
8
Drama Andalucía, siglo XIX. La inquietud política y el malestar social condicionan la vida del país y alientan la lucha y la revuelta. Manchado por un delito de sangre, Juan Cuenca vive refugiado en los montes andaluces y es perseguido por la justicia. A él se unen un minero que ha dado muerte a su capataz y un ingeniero amigo que, por defenderlo, ha matado al jefe de la mina. Cercados por la Guardia Civil tratan de llegar al mar para ... [+]
10 de noviembre de 2023
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José María Forqué, uno de los grandes artesanos del cine de este Estado, probó fortuna con todos los géneros cinematográficos. Su osadía en “Amanecer en Puerta Oscura” ya es absoluta, porque estamos en presencia de un western ambientado en el siglo XIX en la Andalucía profunda a través de la figura de los bandoleros, una cinta con bastante dosis de conciencia social a pesar de la época en la que fue rodada y eludiendo los inconvenientes de la censura y, lo más sorprendente de todo, mezclando dichos elementos con la gran manifestación cultural que vertebra a ese país llamado Andalucía como es su Semana Santa. De todo ello sale indemne José María Forqué, lo cual es de un mérito notable y además aderezado con el Oso de Plata en el Festival de Berlín de 1957.

Porque todo transcurre entre la Serranía de Ronda en un extremo y la Madrugá del Miércoles Santo en la Málaga de la Hermandad de Jesús El Rico. Entre medias, conocemos el homicidio del capataz de una mina a cielo abierto explotada por una industria británica (la colonización de Andalucía por parte de potencias extranjeras, desde la noche de los tiempos hasta nuestros días, también desde España hasta el Imperio Británico a través de la economía), una muerte que se produce en mitad de una revuelta del proletariado que trabaja en la mina (ahí es nada el mérito de colársela a la censura fascista franquista) y que hace que dos hombres tengan que “echarse al monte”, como siempre se ha denominado en la nación andaluza, y ser perseguidos por la Guardia Civil, trasunto del sheriff de cualquier western que se precie, modelo que José María Forqué sigue milimétricamente en “Amanecer en Puerta Oscura”. Ambos son interpretados por Luis Peña y Alberto Farnese.

En el monte reciben la protección de otro bandolero que encarna (ni más ni menos que) Paco Rabal y que los conducirá hacia un destino incierto con la única ayuda de un fraile solitario que reconstruye una ermita en plena Serranía de Ronda, en un guión que trata de mantener coherencia interna y calidad literaria firmado por el propio José María Forqué junto con Alfonso Sastre y Natividad Zaro.

Resulta igualmente muy interesante incluso desde el punto de vista antropológico para un andalucista como yo y, sin duda, enormemente ilustrativo respecto a las formas de la Semana Santa malagueña de finales del XIX, del que este film resulta un testimonio impagable.

Su fotografía robusta y de colores saturados de Cecilio Panigua sabe extraer los contrates del exceso de luz en la Andalucía de día con los claroscuros propios de una Madrugá de Miércoles Santo en Málaga.
Sergio Berbel
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