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Voto de Sergio Berbel:
6
Comedia. Romance Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson) son dos jóvenes norteamericanas que van a Barcelona a pasar unas vacaciones de verano. Vicky es sensible, racional y tiene intención de casarse; Cristina es apasionada y busca aventuras emocionantes; en realidad, no sabe muy bien lo que quiere, pero sabe perfectamente lo que no quiere. En Barcelona, ambas se ven envueltas en una relación poco convencional con Juan Antonio (Javier ... [+]
18 de agosto de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película menor de Woody Allen, pero película de Woody Allen al fin y al cabo (no se pueden exigir obras maestras a un cineasta irreductible que estrena todos los años sin falta). Una película que sestea con un Allen con el piloto automático puesto durante su primera mitad de historia banal e imágenes de postal turística de la capital de Catalunya, hasta que en su segunda parte irrumpe con fuerza (nunca mejor dicho) el personaje de Penélope Cruz, María Elena, y de pronto todo despierta, cobra interés y se vuelve infinitamente más divertido.

Allen nos lleva en su primera mitad por demasiados lugares comunes a través de la aventura de dos jóvenes norteamericanas, Vicky (magnífica Rebecca Hall) y Cristina (impresionante Scarlett Johansson, que venía de deslumbrar al mundo de la mano del propio Allen en “Match Point”), que van a pasar un verano en Barcelona. Allí conocerán a Juan Antonio (ese monstruo de la interpretación superdotado conocido por el nombre humano de Javier Bardem que eleva todo lo que toca con su portentosa capacidad) y la historia comenzará a complicarse.

Nada sorprende ni es especialmente imaginativo dentro del universo de Woody Allen en esta cinta hasta que aparece la ex mujer de Juan Antonio, María Elena, una artista desequilibrada mentalmente que gira absolutamente la película y es quien le otorga trascendencia. Realmente no es sólo que el personaje esté muy bien escrito en el guión por Woody Allen, es que Penélope Cruz despliega un volcánico recital interpretativo que sostiene la película y la hace trascender de la dulzura anodina por la que discurría. Ella ES la película y la misma gira alrededor suya. Una lección magistral a medio camino entre el castellano y el inglés soberbia y apabullante. Su Oscar a la Mejor Actriz de Reparto no pudo ser más merecido e incontestable, porque lo suyo en esta cinta es absolutamente estratosférico y vital para la subsistencia de la misma.

Lo demás lo pone la belleza natural de Barcelona, una de las ciudades más espectaculares del planeta, y la dirección de fotografía exquisita de Javier Aguirresarobe, un genio mundial en su especialidad que, en su encuentro con Woody Allen, han sabido siempre sublimar la belleza plástica del cine.

Eso sí, verla doblada debería estar tipificado en el Código Penal porque, más allá de que el doblaje sea infame, se pierde toda la gracia del salto de idiomas en las impagables peleas entre Javier Bardem y Penélope Cruz, lo mejor de la cinta con diferencia.
Sergio Berbel
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