No he visto el corto en el que se inspira esta película, pero no me cabe la menor duda de que habría debido quedarse así: corta. En cuanto la segunda parte contratante abandona la casa de la primera, el castillo de naipes se derrumba y la historia se adentra en un relato vulgar de corrupción policial que no tiene nada que ver con la pesadilla polanskiana (como apuntan algunos compañeros) que nos había hecho salivear hasta el momento. Ni siquiera la perspectiva de que se produzca otro bucle eleva las expectativas: todo se ha ido al carajo ya. Para amantes de la música, atención a la aparición de Helen Reddy, la mítica creadora de "I Am Woman".