El actor, el personaje, sea realidad o no, lo da todo delante de la cámara, ofrece un espectáculo que en mi opinión está medido al milímetro y justifica sus excesos gracias a un resultado final que puede dejar a muchos espectadores por el camino. Ver a un tío así tan amable, cantando cuando la oportunidad es mínima, educado y cortés hasta el extremo, puede echar atrás a cualquiera. Incluido yo. No hay cosa más lamentable que ver a alguien que se sube los pantalones por encima del ombligo: es increíblemente empalagoso, pero mola.

Luego podemos debatir sobre la conveniencia o inconveniencia de siempre, demostrar que aquello que hemos visto está basado en hechos reales, más que nunca eso mismo: basado en hechos acontecidos en el pasado. "Bernie" es una película muy libre, tan absolutamente alejada de lo que nos podemos encontrar en cualquier esquina de nuestro barrio que podemos afirmar sin problemas que es irreal. Y sin embargo está basada en hechos reales; he aquí la gracia, escoger un suceso y transformarlo en cine a través de la magia sus recursos.

Personalmene odio los musicales, y este tío no para de cantar. Pero hay mucho humor negro, tanto que parece increíble. Una película que desmonta a cualquiera, que detestará cualquiera. Pero mola.