La vida, la muerte, el olvido. A pesar del tono cómico y ligero, las implicaciones de la ultima película de la factoría Pixar son bastante profundas, tal y como nos tiene acostumbrados. En esta ocasión, se basa en el folklore mexicano para realizar una alegoría sobre la muerte, la música y los recuerdos familiares.
La música es el motor de la trama, la música como materia abstracta que perdura a través del tiempo, una voluntad que marcha por los siglos, manteniendo vivo el recuerdo de aquellos que han perecido.
Paz para toda mi gente en el cielo, sé que ellos me protegen y cuidan mis pasos.