Sin el ascenso e impacto que agarró desprevenidos a muchos en la primera parte pero con el mismo gen -aunque más cuidado- de irreverencia, levemente matizado por una trama algo más elaborada “Ted 2″ (2015) llega a las carteleras con el único objetivo de seguir estirando el hilo de la comedia negra pese a las críticas y rezongos que esto provoca entre los más conservadores.

El humor de Seth MacFarlane es de una lectura; su estilo malportado o desagrada o se disfruta. Sus series animadas en el cable tienen el hilo común de reírse de lo que nadie más se ríe, de explotar los tabús, forzar las situaciones y que lo travieso tenga malicia, que genere algo, aunque sea molestia.

En esa parada “Ted 2″ levanta menos pasiones y extremos que su predecesora, es más ligera en sus gacs, además se extraña a Mila Kunis y aunque esa “suavidad” la hace menos rechazable para el vulgo, entre sus fans genera algo de desilusión o gusto a poco.

Acá aparece un intento por resolver mejor el contenido, pero los chistes -en algo que no debería- pasan a segundo plano. En este sentido, “Ted 2″ se nos vuelve casi una película cualquiera. Un pecado conforme a sus propias premisas y las expectativas de quienes esperábamos más.

Sin ánimo de spoiler, al felpudo le hizo mal el matrimonio. Simplemente cuesta encontrar algo que evite esa conclusión. Separar o bajarle el tono de intensidad a un dúo que promete es un crimen, y acá algo de eso hay.

Recomendación:
Regular. Se esperaba más. Se queda entre la tibieza para los públicos nuevos y agradar a sus fanáticos.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com