Musical, provocadora, jugando con la improvisación. "Whiplash" (2014) al igual que un clásico del jazz nos entrega sentimiento y diferentes tonos de emoción con una versión poco habitual de los films entre maestros y aprendices.

Miles Teller y J.K. Simmons se lucen en el dueto protagónico, pero son las virtudes de un guión que coquetea con la sencillez pero en realidad ofrece mucho más, las que resaltan sus cualidades actorales.

El montaje es una exquisitez, con movimientos y tomas de cámara muy acorde a lo que se muestra, y por si fuera poco, toma partido del guión con aperturas interpretables que son al límite para hacer partícipe a quien ve la película. Esto es, no entregarle todo digerido y variar entre ciertas lecturas que se puedan hacer de la película.

Con "Whiplash" lo cierto es que pasamos del redoble de tambores a la ovación; puede que el son del jazz no encuentre tierra fértil en todas las latitudes, pero no cabe duda que con este tipo de films es muy difícil no seguir la onda. Además, los roles protagónicos son tan intensos que prácticamente no admiten cuestionamientos.

Quizás el principal aporte de esta pieza, es cambiar la verticalidad o el sentido clásico de la relación maestro - alumno, toma el camino poco habitual, innova, independiente de las piedras en el camino y que finalmente nos saca de la sala de cine con ganas de opinar, de comentar, de batir las muñecas y en ese sentido, hace nula la posibilidad de indiferencia.

Superficialmente básica pero presencialmente complicada de describir por sus complejidades, "Whiplash" está -al menos- un escalón por encima del resto de films acerca de música que recuerdo haber visto recientemente.

Recomendación:
Muy buena. Entrega más de lo esperado, improvisa como pieza del mejor jazz y remata con clase.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com