Una bio que revive los últimos días de un tremendo emblema de la primera parte del siglo pasado en Hollywood, Errol Flynn, un icono del cual se sabe el tono de sus andanzas pero que con este zoom enfocado en su affairre último, ventila una historia ciertamente desconocida ante las grandes masas pero que es abordada de modo desprolijo.

Que el poder puede dar pie a muchas cosas no hay duda, pero "The last of Robin Hood" (2013) si bien aporta a conocer una trastienda, no deja claro su objetivo o la dirección de la historia; si esta es redimir y validar el amor verdadero, las buenas intenciones o que al final todo el mundo obra de buena fe, o simplemente contar un romance por meramente relatarlo.

Lo de la plana actoral es bueno, con Kline explotando un aire natural del Flynn en la etapa de desgaste, pero quizás se extraña más del protagónico para darle contexto a las noveles audiencias y poner más en el tapete el tipo de galán que era el ex intérprete de Robin Hood, de hecho, nos quedamos con las ganas de ver imágenes auténticas o representaciones del origen del título de la película.

También cuando aparece cierta figura emblemática entre los directores de Hollywwod, y se ve tan, pero tan desaprovechado, queda en evidencia que no hay sentido de oportunidad y aprovechar las gemas que esta película presentaba, al margen de los hermetismos posteriormente justificados.

"La última de Robin" es algo sosa, casi ingenua, menos real de lo que se espera. Quizás caricaturiza tanto la prensa del corazón que termina como un artículo más de cualquier pasquín. Pongámoslo así. Es de esas películas que si no les ves el final, dará lo mismo y lo olvidarás pronto. Es decir, no despierta el interés por saber qué pasa, cómo acaba y eso es por la lentitud y llano del guión. Considérelo antes de sentarse hora y media a verla, porque se hará más eterna de lo que es.

Recomendación:
Débil. Esperaba más, no de los actores, sino del relato de la historia.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com