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España España · Córdoba
Voto de i42poloj:
5
Acción En un partido de hockey, un grupo de terroristas toma el palco de honor de un estadio y retiene a sus ocupantes entre los que se encuentra el vicepresidente del gobierno. Exigen que a lo largo del partido se proceda a una transferencia de dinero a sus cuentas bancarias. En caso contrario, el estadio, sembrado de bombas, volará por los aires con todos los espectadores dentro. (FILMAFFINITY)
25 de agosto de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La nochebuena infernal que pasó Bruce Willis en Nakatomi Plaza creó escuela. Durante años, el género de acción estuvo dominado por el tema de un lugar secuestrado por tíos muy malos donde hay un héroe infiltrado que tiene que solucionarlo todo desde dentro.
Y a finales de los 80 y durante los 90, todo actor de acción tenía que tener al menos una película de este estilo. Van Damme tuvo su jungla con “Muerte súbita”.
El lugar es un estadio de hockey abarrotado durante un partido importante. El malísimo de turno es Powers Boothe, odioso desde el primer minuto. Hay bombas y una exigencia de dinero. Es decir, es más previsible que una secuela de “Viernes 13” o imaginar cómo acabará un personaje interpretado por Sean Bean.
Respecto a mi opinión personal de esta película, es de esas en las que entra en juego el factor nostalgia. Van Damme llegó a Hollywood en unos años gloriosos para el género de acción, y justo cuando Stallone y Arnold estaban en la cumbre. Los que vivimos esos años siendo adolescentes o muy jóvenes, recibíamos cada película de estas con mucha expectación, y alucinábamos con las peleas. Aunque esta no es como las primeras que hizo de “kickboxing”, no faltan buenos momentos de artes marciales, ya que Van Damme usa más sus puños y pies que las armas.
Reconozco que es una película floja, muy predecible y que deja que desear, pero inevitablemente la nostalgia me puede y nunca la podré considerar mala, ya que me gustaba mucho en su época.
El momento más extravagante es ver luchar a Van Damme contra un pingüino gigante. No sé si es divertido porque sí, o por ser una secuencia de comedia involuntaria.
Eso sí, queda claro que esta es la última producción de gran presupuesto que ha hecho, aparte de su participación como secundario en “Los mercenarios 2”. Ya venía de hacer la infame “Street fighter”, pero todo lo que hizo después ya era claramente de serie B, y difícilmente podríamos salvar de la quema con un 5 raspado algunos títulos contados con los dedos de una mano (y sobrarían dedos) de estos últimos 20 años.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
i42poloj
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