El tándem entre Daniel Monzón y Luis Tosar la vuelve a liar parda en el cine español.
Una auténtica superproducción con localizaciones en tres países y una realización digna del mejor Hollywood. El mundo del tráfico de la droga en el estrecho como nunca antes se había mostrado en pantalla.
La historia está muy bien y en ella pasan bastantes cosas en su larga duración, destacando las dos persecuciones entre helicóptero y lancha que son totalmente espectaculares.
Pero también es importante la interpretación de los actores. De Luis Tosar no se puede decir nada que no se espere. Lo que sorprende son las actuaciones de los jóvenes Castro y Carroza. El primero debuta genialmente, el segundo aporta un toque cómico muy divertido. Su personaje es el típico gaditano gracioso que hace reír con cada frase que sale de su boca. Su humor es bastante bueno.
Daniel Monzón imprime un ritmo y una dirección de fotografía para quitarse el sombrero. El que hace muchísimos años fuera crítico, supo pasarse al otro lado hace ya tiempo y va mejorando cada vez más. Si en "Celda 211" destacó, aquí ya se sale totalmente. Si viéramos esta película sin ninguna información previa (cosa completamente imposible con la brutal campaña publicitaria de "Mediaset") podría pasar perfectamente por americana. No quiero desmerecer ni caer en el tópico de que el cine español es malo, porque eso es mentira. Solo digo que en casos como éste, es excepcionalmente bueno, y eso es un orgullo. Por una vez la publicidad y el bombo están realmente a la altura de lo que la película ofrece.