En 1998 Steven Spielberg resucitó y reinventó el género bélico con su obra maestra "Salvar al soldado Ryan". No pocas películas siguieron su estela en los años sucesivos, pero de todas ellas la mejor después de "Ryan" es esta "Enemigo a las puertas".
Tenemos un gran director y un buen reparto para contarnos una excelente historia de lucha y amor en el marco del asedio de la ciudad de Stalingrado en 1942.
Annaud no escatima en gastos para ofrecernos todo un espectáculo visual que luego no desmerece a nivel de personajes. La grandiosidad de la llegada a la ciudad de las tropas soviéticas a través del río Volga está a la misma altura de dramatismo que se nos cuenta después con el triángulo amoroso de los protagonistas, que está además mezclado con un duelo a muerte entre francotiradores de ambos bandos enmarcado en las ruinas de una ciudad en guerra.
Es por ello que prácticamente se puede decir que tenemos 3 películas en una, hilvanadas de manera magistral por un reparto de sobresaliente. Y desde mi punto de vista, por encima de Law y Fiennes, están la magnífica Rachel Weisz y el veterano Ed Harris. Sus personajes son interesantes y las interpretaciones excepcionales.
Weisz está que se sale en las escenas emotivas, y Harris es el malo de la historia, mostrando la frialdad y crueldad propia de los nazis. Son muy intensos los enfrentamientos que tiene con el protagonista, en los que no solo prima la puntería del tirador, sino su inteligencia y astucia.
En definitiva, una grandísima película que ofrece espectáculo, guión e interpretaciones de muy alto nivel. Creo que está por encima incluso de la conocidísima "trilogía" de Annaud (oso, rosa y fuego) a pesar de no ser tan popular como esas tres. Un auténtico peliculón a todos los niveles.