Con las películas de deportes me pasa un poco como con las relacionadas con el mundo de la música en general. Por muy "épicas" que las quieran hacer, nunca me van a decir gran cosa cuando no me gusta ese tema en particular.
Así que no podía esperar mucho de la historia de esta chica que sueña con ganar un campeonato montada en una tabla.
Sin embargo, sorprendentemente, la película pasa mi criba porque gracias a las espectaculares tomas y al afán de superación de la protagonista (aunque sean sus amigas las que tienen que animarla siempre), es aceptablemente entretenida.
Solo por los paisajes hawaianos y la dirección de fotografía de las escenas de surf, se hace fácil de ver, siempre sabiendo que está a años luz de ser una gran película.
Kate Bosworth no lo hace mal para ser tan joven, aunque aparte de ser Lois Lane en la mediocre "Superman returns" o estar en el remake de "Perros de paja", poco cine de primera línea ha hecho.
Luego está por ahí Michelle Rodríguez, con su cara de siempre, pero que por su aspecto encaja bien en una película de playa y surf.
La historia personal no es gran cosa, teniendo el film muy poco que ofrecer cuando no está hablando de surf.
Queda claro que es bastante difícil o casi imposible que hagan una película de este deporte que supere a "Le llaman Bodhi" (aunque esa contaba muchas más cosas, la verdad).