Vehículo de lucimiento para dos grandes estrellas de Hollywood de ese momento.
Ya desde la primera escena se nota que los guionistas no han querido esforzarse demasiado, porque el film tiene la baza de sus dos actores protagonistas, muy populares en su época.
No creo que la secuencia inicial del autolavado sea una carta de presentación muy espectacular que digamos.
Así que el argumento de este policiaco en el que Gere lleva a cabo la típica venganza por el asesinato de su compañero, y en el que Basinger es una testigo a proteger, no es nada del otro mundo. Es muy típico dentro de lo que se hacía en el género en los años 80, demasiado previsible.
Richard Gere está en su salsa, aunque su personaje es demasiado chulo y machista. Hoy en día no se habría visto algo como esto en el cine.
Basinger hace de mujer florero y bomba sexual, que es lo que le tocó hacer en los 80 dado su espectacular físico. Tampoco sería políticamente correcto verla así en el siglo XXI.
El desarrollo es lento y con poca acción, la cual prácticamente solo llega al final. La parte en la que están esposados a la fuerza tampoco es que sea demasiado interesante.
Lo único que se puede decir bueno de ella es que entretiene, pero desgraciadamente no se puede decir nada más. Es fácilmente olvidable y hasta la cansina música de Alan Silvestri no está a la altura.
Solamente pasable, y eso siendo generoso.