Nuevo acercamiento al género vampírico, en esta ocasión desde un punto de vista bastante frívolo. Sin llegar a ser los pijillos de la saga "Crepúsculo", estas vampirillas alemanas solo se dedican a la fiesta entre mordisco y mordisco.
Así que de terror no encontramos absolutamente nada. Los únicos momentos donde la película roza un mínimo de interés, es cuando se enfrentan a las fuerzas de la policía.
Lo demás es un rollo de grupo de amigas que viven la noche, con una protagonista medio enamorada del policía que sigue su pista tras ser mordida por la vampira jefa.
Los efectos especiales son normalitos. Las actrices no ganarán un Óscar por esto. Y para terminar, el guion, que sería lo único que se podría salvar dadas las circunstancias, no tiene mucha enjundia y llega a aburrir.
Nada recomendable. Para ver vampiras libertinas, mejor la serie "True blood".