No hay por donde cogerla. Es un film que con mucha infografía y algún nombre conocido en el reparto intenta hacer un nuevo relato épico del cuento de Peter Pan, y lo único que consigue es demostrar que la única película de imagen real decente de este personaje es la que hizo Spielberg, y eso que tampoco es que fuera grandiosa.
Tenemos por aquí todo lo siguiente:
- Hugh Jackman sobreactuando, en un papel patético que le viene muy pequeño.
- Un diseño de producción repleto de escenarios y vestuarios absolutamente horteras. Sé que es un cuento infantil, pero creo que se han pasado.
- El país de "Nunca jamás" se parece al planeta Pandora de "Avatar" (obviamente a peor). En él habitan unos esqueletos de pájaros que pueden volar porque sus alas sí que tienen plumas. ¡Ahí llevas!
- Bienvenidos a la coreografía de peleas más lamentable que se pueda uno imaginar. Un combate, ¡en camas elásticas! Hasta en la espantosa "Black Jack" de John Woo hay una mejor coreografía de eso que aquí. ¿A quién se le ocurren estas cosas?
- La reina de los niños perdidos tiene un sombrero espantoso, pero ¿por qué me recuerda a la reina Amidala del planeta Naboo?
- ¿Se puede aceptar barco como vehículo aéreo? A duras penas, pero ya que se empeñan... ¿por qué le ponen lanzallamas? Vamos, hombre. Madera y fuego. ¡Imbéciles!
- Y para terminar, Peter es capaz de hacer un "fatality" con un enjambre de hadas. ¡Habráse visto algo más ridículo! No habría quedado bien ni en un videojuego japonés.
Encima de todo esto, la película se cree que es buena, y con su banda sonora hace el paripé de que es épica, por supuesto sin conseguirlo.
Una completa pérdida de tiempo.