Ana de Armas realiza una actuación excelsa que nos ayuda a entender el lenguaje no verbal de la estrella más grande de todos los tiempos.
Sin embargo, la película comete varios errores: se olvida de la parte híper talentosa de Marilyn, obviando las fortalezas de una persona que logra superar todos los daños y ataques que sufre. Nos vuelven a presentar más las debilidades muy habitual en personajes femeninos.
Interesa tal vez esa imagen de víctima.
Norma fue una persona resiliente, una estrella hecha así misma, una mujer que dejó en evidencia a sus parejas, siendo más inteligente y fuerte que ellos.
Nos la presentan como una neurótica, cuando por ejemplo fue la primera actriz en la historia en crear su propia productora para enfrentarse a los grandes estudios que le daban papeles de chica sin cerebro.
Por favor no olvidéis que NO es una biografía, es un film de una grandiosa novela en la que la propia escritora afirmó que tan solo el 30% de lo narrado era real y contrastado.
La grandeza de la mujer y el mito es tanta que posiblemente una de las actrices más prometedoras reciba un Oscar por interpretarla.
La producción de Netflix sin embargo abusa de los momentos sin diálogo, sin ninguna profundidad, sin presentarnos a la verdadera Norma. Se queda en un quiero y no puedo y es una pena.