Haz click aquí para copiar la URL
España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
3
Comedia Bob Wilton (Ewan McGregor), un periodista que ha sido enviado a Irak, conoce allí a Lyn Cassidy (George Clooney), un soldado que asegura que ha sido adiestrado para usar su mente como arma. El creador de este revolucionario programa basado en la fuerza de la psique, y que podría cambiar las artes de la guerra, fue Bill Django (Jeff Bridges), que reclutó a hombres con ciertos poderes telepáticos para crear el Ejército de la Nueva Tierra. (FILMAFFINITY) [+]
12 de marzo de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
Los hombres que miraban fijamente a las cabras lleva al cine el libro de Jon Ronson en el que el autor nos cuenta la investigación que llevó a cabo John Sergeant sobre las técnicas paranormales del ejército. Una burrada tan cierta que asusta.

Grant Heslov y Peter Straughan pegan el patinazo de sus vidas. Straughan construye un guion redundante, vacío, que presume en exceso de lo que para él son sus aciertos (que al final son errores enormes). Straughan busca ya no el humor inteligente, sino el de élite, y lo hace con tanto ahínco que acaba dando la vuelta al marcador y pasa de lo pretendidamente absurdo a lo simplemente absurdo. Heslov, por su parte, mide mal los tiempos de la película y consigue un trabajo desequilibrado en el que los puntuales gags con cierta chispa se asoman como únicos supervivientes de la masacre que está siendo llevada a cabo. La película parece una recreación documental de algún programa cutre, con la salvedad de que a nivel visual es impecable. Cada secuencia irrumpe en escena atropellando a la anterior, llevándose por delante cualquier atisbo de un hilo narrativo que ofrezca la cordura necesaria que puede encajar con la locura del argumento.

Los actores disfrutan como niños, de eso no hay duda. El problema está en que sus personajes, salvando al interpretado por un brillante Ewan McGregor, son muñecos de juguetería con frases incorporadas en su diminuto disco duro. George Clooney, que es el que dispone de más espacio para dar rienda suelta a su poderío, queda enfrascado en la mente de ameba de un personaje demasiado repetitivo, errático desde su concepto y sobre todo en su limitado desarrollo. Jeff Bridges, tres cuartos de lo mismo pero sin tener tanto protagonismo. La versión estigmatizada y caricaturizada de El Nota deja que Bridges tenga momentos de lucimiento, pero son simples destellos. Kevin Spacey, un actor grande donde los haya, deambula sin sentido en ese sinsentido que es la forma de su personaje. De cinco grandes actores, solamente uno cuenta con un personaje al que interpretar. El resto son parte de la pretensión de brillantez y a la postre nefasta labor de Straughan y Heslov.

Resumiendo: Los hombres que miraban fijamente a las cabras ha sido definida por algunos críticos como una película de los hermanos Coen a la que le falta el ingenio de los hermanos Coen. Quiero sumarme a esa opinión. Misma idea, mismo reparto, Ethan Coen al guion y Joel Coen tras las cámaras. Pensadlo. No, en serio, pensadlo.
Grijander
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow