Cinta de acción bien construida alrededor de un guión que puede ser manido pero que tiene varios ases en la manga como cierto grado de sorpresa a la hora de encarar los acontecimientos y desde qué punto o parte se inician, puesto que al principio no logramos ver desde dónde viene la amenaza y eso hace que deje cierta impronta de interés en el espectador, que ve como se desarrollan las casi dos horas de película con cierta solvencia y diversión. Es una acción evasiva que está bien llevada y pertrechada por el siempre interesante Colin Farrell y la hipnótica hispano-sueca Noomi Rapace, una actriz que siempre pone tensión y tesón interpretativo a sus personajes.
Al final, nos hayamos con una historia de venganzas y de cómo se sobrellevan cuando pueden hacerse realidad, y hasta qué punto, el conocer a otra persona puede ser decisivo en el devenir de estos cruces de caminos.