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Western
Hacia 1870, el ferrocarril llega por fin a Flat Rock, un pueblo de Kansas. El sheriff (Robert Ryan), un hombre honrado y valiente, tendrá que enfrentarse por segunda vez a John Barrett, un individuo ambicioso y sin escrúpulos que vive rodeado de tahúres y pistoleros. (FILMAFFINITY)
27 de julio de 2009
17 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Western realizado por Robert D. Webb, que en opinión de algunos críticos es su mejor trabajo. El guión, de Edmund H. North (“Patton”, Schaffner, 1970) y Joseph Petracca, adapta la novela “The Proud Ones” (1952), de Verne Athanas (1917-1962), novelista malogrado a los 45 años a causa de un ataque cardíaco. Se rueda en escenarios naturales de Fox Ranch (Calabazas, CA) y Tucson (Arizona). Producido por Robert L. Jacks (“Bandido”, Fleisher, 1956) para la Fox, se estrena el 30 de abril de 1956 (EEUU) (1).
La acción dramática tiene lugar a lo largo de 24 horas en la pequeña localidad de Flat Rock (Kansas) en un año del período 1865-70. La tranquilidad proverbial de la localidad se ve alterada por la llegada del tren, que la convierte en un hervidero de vaqueros, transeúntes, comerciantes, tratantes de ganado y oportunistas. La llegada del tren se da asociada, además, a la implantación de nuevos negocios, como bares, casas de juegos, ruletas, “saloons”, etc. Entre los recién llegados se encuentra John Barret (Middleton), personaje corrupto y jefe de una banda de matones y asesinos, que ha dejado la localidad de Keystone (Kansas) ante las perspectivas de ganar en Flat Rock mucho más dinero. El sheriff, Cass Silver (Ryan), antiguo sheriff de Keystone, es un hombre honesto, abnegado, valiente y humano. Su novia Sally (Mayo) regenta el hotel de la ciudad. Cass toma como ayudante a Thad Anderson (Hunter), hijo de un antiguo pistolero.
El film suma western, drama, acción y romance. Compone una cinta entretenida, de acción, emocionante y disfrutable por los amantes del género. Incorpora los elementos propios del mismo: el sheriff y sus ayudantes, la prisión, un héroe valiente y pundonoroso, una bella mujer comprometida con el héroe, un malvado poderoso, enfrentamientos a tiros, bofetadas, grandes manadas de reses, vaqueros, juegos de azar, paisajes inmensos, el borracho del pueblo (Burns), etc.
Aborda varios temas propios del westerns, como el peso insoslayable del pasado, los grandes cambios sociales y económicos provocados por el progreso, la lucha del bien contra el mal, la valentía del héroe y, en este caso, la soledad del mismo frente a un consejo municipal que se deja deslumbrar por las ventajas materiales inmediatas que ofrece a la ciudad el villano Barret y los temores personales que infunde en ellos sin necesidad de amenazarlos explícitamente. El peso del pasado es un tema de larga tradición en el género, usado habitualmente como fuente de dramatismo, dificultades, obstáculos y problemas, que se añaden a los del momento y los agravan considerablemente (“El árbol del ahorcado”, “El hombre de Oeste”, etc.). El pasado carga sobre las espaldas de Cass, de modo imprevisto y de golpe, la enemistad que le enfrentó con Barret, dominado por su afición desmesurada y compulsiva al dinero; los rencores filiales del hijo de un pistolero muerto en noble lid; y los temores de la novia, que vivió la experiencia de Keystone.
(Sigue sin “spoilers”)
La acción dramática tiene lugar a lo largo de 24 horas en la pequeña localidad de Flat Rock (Kansas) en un año del período 1865-70. La tranquilidad proverbial de la localidad se ve alterada por la llegada del tren, que la convierte en un hervidero de vaqueros, transeúntes, comerciantes, tratantes de ganado y oportunistas. La llegada del tren se da asociada, además, a la implantación de nuevos negocios, como bares, casas de juegos, ruletas, “saloons”, etc. Entre los recién llegados se encuentra John Barret (Middleton), personaje corrupto y jefe de una banda de matones y asesinos, que ha dejado la localidad de Keystone (Kansas) ante las perspectivas de ganar en Flat Rock mucho más dinero. El sheriff, Cass Silver (Ryan), antiguo sheriff de Keystone, es un hombre honesto, abnegado, valiente y humano. Su novia Sally (Mayo) regenta el hotel de la ciudad. Cass toma como ayudante a Thad Anderson (Hunter), hijo de un antiguo pistolero.
El film suma western, drama, acción y romance. Compone una cinta entretenida, de acción, emocionante y disfrutable por los amantes del género. Incorpora los elementos propios del mismo: el sheriff y sus ayudantes, la prisión, un héroe valiente y pundonoroso, una bella mujer comprometida con el héroe, un malvado poderoso, enfrentamientos a tiros, bofetadas, grandes manadas de reses, vaqueros, juegos de azar, paisajes inmensos, el borracho del pueblo (Burns), etc.
Aborda varios temas propios del westerns, como el peso insoslayable del pasado, los grandes cambios sociales y económicos provocados por el progreso, la lucha del bien contra el mal, la valentía del héroe y, en este caso, la soledad del mismo frente a un consejo municipal que se deja deslumbrar por las ventajas materiales inmediatas que ofrece a la ciudad el villano Barret y los temores personales que infunde en ellos sin necesidad de amenazarlos explícitamente. El peso del pasado es un tema de larga tradición en el género, usado habitualmente como fuente de dramatismo, dificultades, obstáculos y problemas, que se añaden a los del momento y los agravan considerablemente (“El árbol del ahorcado”, “El hombre de Oeste”, etc.). El pasado carga sobre las espaldas de Cass, de modo imprevisto y de golpe, la enemistad que le enfrentó con Barret, dominado por su afición desmesurada y compulsiva al dinero; los rencores filiales del hijo de un pistolero muerto en noble lid; y los temores de la novia, que vivió la experiencia de Keystone.
(Sigue sin “spoilers”)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La presencia súbita de innovaciones ha provocado en la historia de EEUU, y de otros países, y en los relatos del western, situaciones de profundos y rápidos cambios que tienden a desbordar las fuerzas limitadas de los agentes del orden y de las instituciones públicas. Flat Rock, por las condiciones de accesibilidad que ofrece a los transportistas de grandes rebaños de vacuno, la disponibilidad de agua suficiente y la presencia de una estación del tren, se convierte en un punto de destino de muchos ganaderos. Las ventajas de la localidad se ven temporalmente incrementadas a causa de la demora de 20 años que sufre el desarrollo de la red ferroviaria de Texas por motivos de seguridad que no se resuelven hasta dos décadas después.
El drama del sheriff se asienta en la escasez de apoyos que recibe en un momento crucial. El único ayudante útil que tiene a su disposición se despide ante el nacimiento de sus hijos gemelos. Para sustituirle sólo puede recurrir a Thad, en quien confía pese a todo. Una reciente herida en la superficie del cráneo le provoca problemas intermitentes de visión en el momento más inoportuno. A la situación personal de peligro se añade la desoladora soledad en la que le ha dejado la ciudad. Nadie le ayuda, nadie le apoya, nadie le acompaña, nadie le compadece... En el tramo final, el film se asemeja cada vez más a “Solo ante el peligro” (Zinneman, 1952). Se considera que las diferencias que separan al sheriff y Barret son de carácter personal. El coche de paseo en el que se propone huir Sally parece una reproducción del de la película de Zinneman.
La banda sonora, de Lionel Newman (“Alien el octavo pasajero”, Scott, 1979), ofrece una partitura briosa y vibrante, de notable belleza, que incorpora como tema principal una melodía silbada sobre acompañamiento de guitarra. Preanuncia los silbidos de Kurt Savoy en la “trilogía del oro” (“Por un puñado de dólares”, 1964...). La fotografía, de Lucien Ballard (“Duelo en la Alta Sierra”, Peckinpah, 1962), realiza un buen trabajo de cámara, que aprovecha unos paisajes excelentes, el gran bullicio festivo en las calles, subraya visualmente la debilidad del consejo municipal, su cobardía y corrupción y exalta con admiración la figura del héroe que se sacrifica por la Justicia y el bien común. Muestra dos escenas a cargo de una atractiva Virginia Mayo, que saben a poco. Olvida prácticamente a Walter Brennan, que queda relegado a un papel casi irrelevante.
Sin ser un western clásico, es una obra discreta, correcta, aseada, entretenida y digna.
(1) FILMBUG, “Tierra de violencia” (1956), (www)filmbug.com.
El drama del sheriff se asienta en la escasez de apoyos que recibe en un momento crucial. El único ayudante útil que tiene a su disposición se despide ante el nacimiento de sus hijos gemelos. Para sustituirle sólo puede recurrir a Thad, en quien confía pese a todo. Una reciente herida en la superficie del cráneo le provoca problemas intermitentes de visión en el momento más inoportuno. A la situación personal de peligro se añade la desoladora soledad en la que le ha dejado la ciudad. Nadie le ayuda, nadie le apoya, nadie le acompaña, nadie le compadece... En el tramo final, el film se asemeja cada vez más a “Solo ante el peligro” (Zinneman, 1952). Se considera que las diferencias que separan al sheriff y Barret son de carácter personal. El coche de paseo en el que se propone huir Sally parece una reproducción del de la película de Zinneman.
La banda sonora, de Lionel Newman (“Alien el octavo pasajero”, Scott, 1979), ofrece una partitura briosa y vibrante, de notable belleza, que incorpora como tema principal una melodía silbada sobre acompañamiento de guitarra. Preanuncia los silbidos de Kurt Savoy en la “trilogía del oro” (“Por un puñado de dólares”, 1964...). La fotografía, de Lucien Ballard (“Duelo en la Alta Sierra”, Peckinpah, 1962), realiza un buen trabajo de cámara, que aprovecha unos paisajes excelentes, el gran bullicio festivo en las calles, subraya visualmente la debilidad del consejo municipal, su cobardía y corrupción y exalta con admiración la figura del héroe que se sacrifica por la Justicia y el bien común. Muestra dos escenas a cargo de una atractiva Virginia Mayo, que saben a poco. Olvida prácticamente a Walter Brennan, que queda relegado a un papel casi irrelevante.
Sin ser un western clásico, es una obra discreta, correcta, aseada, entretenida y digna.
(1) FILMBUG, “Tierra de violencia” (1956), (www)filmbug.com.