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Voto de Sabino (Diari Menorca):
7
Cine negro. Intriga. Thriller Tras salir de la cárcel, Maurice Faugel asesina a su amigo Gilbert Varnove. A continuación prepara un atraco para el que necesita una serie de herramientas que le proporcionará Silien (Belmondo), un individuo sospechoso de ser confidente de la policia. El robo sale mal, y Maurice, que sospecha que Silien lo ha traicionado, decide ajustar cuentas con él. (FILMAFFINITY)
26 de abril de 2014
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jean-Pierre Melville siempre fue considerado uno de los padrinos no oficiales de la llamada Nouvelle Vague, la mítica vanguardia francesa que bebía tanto de la serie B noir norteamericana como del neorrealismo italiano, evidenciando su carácter netamente deconstructor… El cine de Melville, contrariamente al de otros colegas suyos del movimiento francés, no envejece (pues no apela tampoco al intelecto, of course); Melville nunca pasa de moda, sencillamente porque jamás se puso de moda, ni para sus coetáneos franceses…Además, su mito, evocador desde la más evidente reivindicación, influyó enormemente en el cine policíaco del futuro, tanto en Europa como en Estados Unidos e, incluso, en el cine asiático, especialmente en Japón y Honk Kong… El mismísimo Quentin Tarantino, el gran cineasta actual de la multirreferencialidad, consciente de su deuda con el maestro, le dedica ‘Reservoir Dogs’ (1992), lo que nos dice mucho de la hondura que nos dejó su huella…
Sus admiradores son cinéfilos porque el propio Melville fue un cinéfilo, o mejor aún, un producto de la cinefilia, la de su fascinación por el thriller y el noir clásicos norteamericanos…Al realizador parisino siempre le apasionó todo aquello estadounidense, sobre todo el cine negro gansteril, popular en el Hollywood de los años 30; a pesar de utilizar y ensalzar descaradamente elementos iconográficos como los eternos sombreros de fieltro, los gabardinotes con cinturón, aquellos automóviles con alerones desproporcionados y los humeantes night clubs, Melville siempre transformó estos tópicos a su conveniencia, en un ejercicio de devoción didáctica con la clara y distinta voluntad de configurar una voz cinematográfica personal, huyendo hacia la posmodernidad… La exaltación de cualquier cine pretérito siempre es un acto de reafirmación autoral…
Quizás por ese mismo motivo, hay mucho de ‘El Confidente’ (‘Le Doulos, 1962) en la ópera prima de Tarantino… No podía ser menos, pues en la caja de resonancias tarantiniana, repleta de referencias y exaltaciones cinéfilas, la proyección del cine de Melville es casi inevitable… El fatalismo romántico que rodea a los dos protagonistas de la película, Silen y Faugel (Jean Paul Belmondo y Serge Reggiani), es tan exacerbado que uno no puede evitar atribuirle cierta aura shakesperiana, quizás incluso como un cruel acto de reverso crítico hacia el ‘factum’ clásico, merced a las desconfianzas recíprocas y al miedo a la traición…Los buenos títulos de cine negro, sean franceses, americanos o japoneses, rezuman el inconfundible aroma pesimista de las tragedias griegas…
Deudor a la novela homónima escrita por Pierre Lesou, Jean-Pierre Melville nos ofrece en ‘El Confidente’ (considerada por él mismo como su primer film noir verdadero) una inmaculada disección del engaño, la corrupción y la mentira, a pesar de la fidelidad que sus personajes muestran a los estrictos códigos de honor y lealtad de su particular mundo mítico, tan estilizado como icónico, en el que pueblan por igual las amistades fieles y las traiciones implacables…Sin ir más lejos, el frío y contenido merodeador que compone Jean Paul Belmondo alcanza las más altas cotas de fatalidad del policier mervilliano, un mundo cerrado y claustrofóbico en la que los personajes son sometidos a las más inauditas opresiones a ambos lados de la ley… En este brillante film, el sabio empleo de la imagen por encima de la palabra, de la mirada sobre el diálogo, hace patente el particular estilo del cineasta…Sin duda Melville, asentado a las antípodas de cualquier manierismo, fue un auténtico maestro de la ausencia, tanto de la elíptica narrativa como del más perturbador de los sonidos… Evidentemente me refiero, hablando del maestro de maestros del polar francés, al implacable y desolador silencio de sus tristes y fatigados antihéroes ante sus destinos…
Sabino (Diari Menorca)
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